Los hijos pródigos del Cisne sacan su sangre blanca: «Pueden lograrlo»

Nieves D. Amil
nieves d. amil PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Álvaro Preciado, Álex Chan y Carlos Álvarez, el último año que coincidieron en el equipo
Álvaro Preciado, Álex Chan y Carlos Álvarez, el último año que coincidieron en el equipo RAMON LEIRO

Exjugadores analizan al equipo a las puertas de la fase de ascenso

24 may 2024 . Actualizado a las 08:22 h.

El Cisne ya guarda en sus archivos muchas imágenes para el recuerdo. Y en la mayoría de ellas aparecen nombres que ya no visten la camiseta blanca pero llevan en su adn lo que aprendieron cuando se la enfundaron. Son jugadores que han cumplido los sueños del equipo, pero el club los ha dejado seguir volando para hacer más grande su historia personal. Ninguno ha olvidado donde empezó a correr con un balón en la mano. De todos los que han pasado por el Cisne en los sesenta años de historia hay una generación tocada por una varita mágica y que llevó al equipo a Asobal en dos ocasiones. Y a 24 horas de volver a intentar un ascenso, esos «hijos» se han vuelto a vestir de blanco. «El equipo va con mucha confianza y nada que perder. Sin presión y con muchísimas ganas y ambición, le va a querer poner las cosas complicadas a los favoritos, que en principio son Burgos y Caserío, pero que en una fase de ascenso tal y como vienen el Cisne y el Villa de Aranda pueden clasificarse», reconoce Carlos Álvarez. El Ademar de León se llevó el pasado verano a un extremo que precisamente ayer fue seleccionado por Asobal como el mejor jugador de la temporada. A sus 21 años asombra con su juego. Está a un partido de acabar la temporada con su equipo, pero no dará por finalizado el curso hasta que los «suyos» jueguen la fase de ascenso. «A mí me encantaría ver a mi equipo en la máxima categoría y poder volver a jugar en casa contra mi equipo, que es el Cisne», explica Carlos, que este fin de semana no se perderá la fase de ascenso.

El Cisne jugará contra el Burgos el sábado a las 18.00 horas en El Plantío y dos horas después lo hará el Caserío y el Villa de Aranda. La final será el domingo a las 12 horas. No son los favoritos, pero eso no es algo que les preocupe. Si algo han sabido hacer estos años es sorprender. La última vez, en esta segunda vuelta, cuando contra todo pronóstico le han dado la vuelta a la temporada para meterse en el play off.

Álvaro Preciado, uno de esos canteranos que crecieron en el equipo junto a Carlos Álvarez, aunque se llevan unos años, lleva dos temporadas en Asobal con La Rioja. «Sería precioso tenerlos de nuevo en Asobal», reconoce el jugador, que recalca que «creo que van a competir estupendamente. Burgos tiene la presión de tener que hacer un buen papel en casa, mientras que el Cisne va sin esa presión y le puede venir bien. Van a hacer una fase increíble para poder plantarse en la final y si tienen el día, conseguirán el ascenso».

El equipo de Jabato ha sido capaz de reponerse a una temporada de altibajos en la que se ha encontrado con varias bajas y la obligación de hacer fichajes y subir a jugadores de la cantera para poder salir adelante. Lo han conseguido y en la recta final del campeonato encadenaron las victorias que necesitaban para meterse en la sexta plaza y optar a la fase de ascenso. Aunque solo la juegan del segundo al quinto, al haberse clasificado el filial del Barcelona, se corre un puesto.

Esa buena racha de las últimas jornadas puede ser clave para jugar mañana en Burgos. Así lo cree David Chapela, un hombre de la casa, que tras dejar el equipo por motivos profesionales hace dos años, volvió unos meses la temporada siguiente ante la plaga de bajas. En ese momento dijo a La Voz que «no se le puede decir que no a la familia» para explicar la conexión que tenía y tiene con el club. 

No son favoritos

Hoy, totalmente retirado, asegura que «los favoritos son Burgos y Caserío. Va a estar complicado, pero el Cisne tiene capacidad para ascender. Una fase son dos partidos y están marcados por la motivación».

Tanto Chapela, como Carlos Álvarez o Preciado reconoce el trabajo de esta temporada. «La mayoría del equipo es súper joven y se ha formado en el Cisne. Han estado peleando para entrar en los últimos meses y han tenido un gran mérito», añade el extremo del Ademar de León, mientras su compañero Álvaro Preciado, que durante toda la temporada ha seguido al equipo, destaca la capacidad de adaptación de su exequipo para llegar hasta aquí: «Ahora llegan como un tiro, veo la eliminatoria súper abierta. El Caserío y Burgos o el Aranda, que tenían súper equipos y se creía que iban ascender sí o sí, estas últimas jornadas se dejaron puntos en sitios inesperados y el Cisne ha hecho casi pleno».

A esa esperanza se agarran estos tres hombres de la cantera blanca que saben lo que es ascender a Asobal con el equipo en el que crecieron. A pesar de los kilómetros que los separan, desempolvarán la camiseta blanca para volver a lucirla este sábado. Y eso que enfrente está otra de las piezas de esa generación de oro. Álex Chan le desea suerte a sus excompañeros, pero a las seis de la tarde le tocará saltar a la pista con el Burgos. «La segunda vuelta que han hecho les convierte, para mi gusto, en uno de los más peligrosos», se limitaba a decir un jugador con el corazón dividido.