Tamara Echegoyen, hija adoptiva de Cerdedo-Cotobade será nuestra abanderada en París, un honor que antes ostentó David Cal en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008
21 jul 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Cuando el próximo viernes 26 de julio el río Sena acoja la novedosa ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París, el barco que trasladará a la delegación española, formada por más de 380 deportistas, tendrá como abanderada a una pontevedresa, Tamara Echegoyen. Un honor muy especial que reconoce cada cuatro años a deportistas con una destacada trayectoria olímpica que encarnan ese espíritu especial, citius, altius, fortis, como reza el lema olímpico. El espíritu que representa la regatista pontevedresa, que competirá en sus cuartos juegos. Pontevedresa, sí, ya que, aunque nació accidentalmente en Ourense, lleva avecindada desde la más tierna infancia en Viascón. Por eso, está reconocida como «filla adoptiva do Concello de Cerdedo-Cotobade», título otorgado en una ceremonia celebrada en noviembre del 2012, meses después de que Tamara obtuviese la medalla de oro en la clase match race en la Olimpiada de Londres de ese año.
Como ya se difundió hace unas semanas, la campeona pontevedresa de vela y el piragüista Marcus Cooper —hijo de padre británico y madre alemana, pero balear hasta la médula, criado en Cala d'Or, en el sur de Mallorca donde se forjó— serán los abanderados de España por decisión del COE (Comité Olímpico Español). A diferencia del único precedente pontevedrés en este honor representativo, que fue el excepcional palista David Cal, quien ejerció en la Olimpiada de Pekín 2008, ahora la condición de abanderado es dual, ostentada por una pareja mixta, como ya ocurrió hace cuatro años en Tokio con el precedente de Mireia Belmonte y Saúl Craviotto. Es una decisión que «simboliza la igualdad de género y el compromiso con la diversidad, reflejando así los valores modernos que asume el movimiento olímpico», según explicó el COE.
Por tanto, a Tamara Echegoyen le cumple el enorme orgullo de tomar el relevo de David Cal, el fantástico campeón de Aldán, en Cangas, hasta ahora el deportista español más laureado en Olimpiadas, con cinco medallas —cuatro de plata y una de oro— obtenidas entre Sidney 2000 y Pekín 2008, cuando ejerció como abanderado de España. Un récord que dentro de unas semanas podría ser superado por otro piragüista, Saúl Craviotto.
Teresa Portela, Teri, icono deportivo pontevedrés, gallego y español, participará en París en sus séptimos Juegos Olímpicos consecutivos con 42 años cumplidos en mayo. Es un ejemplo de longevidad deportiva y de ganas de reeditar un título olímpico. Ahora competirá en la prueba de K-4 en la distancia de 500 metros, compartiendo barco con Sara Ouzande, Estefanía Fernández y la también pontevedresa, Carolina García, de 25años y flamante licenciada en Biomedicina. Caro es otro producto de la inagotable cantera del Centro Galego de Tecnificación Deportiva (CGTD) de Pontevedra, donde se han formado generaciones de excepcionales deportistas españoles. Precisamente, Teri, la irrepetible piragüista de Aldán, la mejor española de todos los tiempos en esta modalidad, afronta la cita de París con el reto de redondear un palmarés espectacular, entrenando en el CGTD y en el embalse del Pontillón.
Como ya escribí en un anterior artículo dominical, Pontevedra es el vivero del piragüismo español. Se acreditó una vez más en el último selectivo nacional celebrado en abril en el embalse sito en Verducido. No es de extrañar que, por tanto, junto a Teresa Portela y Carolina García, otros piragüistas pontevedreses como Rodrigo Germade, Pablo Crespo Penas y Antía Jácome sean baluartes del equipo español de esta modalidad en los Juegos de París y nos deparen alegrías en forma de medallas y diplomas olímpicos.
Otro factor determinante para que nuestra provincia se mantenga como un vivero de deportistas de relieve es el papel del CGTD, surgido en 1987 aprovechando las pretéritas instalaciones del Estadio de la Juventud y la residencia estudiantil Atlántico, hasta convertirse en la referencia de la excelencia deportiva en Galicia. Ese vergel formativo que tenemos en Pontevedra lo podemos resumir en que todo un símbolo, nuestro mejor triatleta, Javi Gómez Noya, haya sido el ejemplo para Antonio Serrat, el vigués que entrenó becado en el CGTD, quien participará en París con la ilusión de ser medallista.
Deportes de equipo
Con respecto a las opciones de medalla que pueden tener los nuestros, prefiero abonarme al pronóstico lanzado por Alejandro Blanco, el ourensano que preside el COE, quien vaticinó que España puede venirse de París con más preseas de las que se obtuvieron en Barcelona 92 que fueron 22. En estos días se publican informes que apuntan deportistas y modalidades en las que tenemos más posibilidades.
En cuanto a los pontevedreses, sin duda, en piragüismo acumulamos las mejores opciones con nombres antes apuntados; en vela, por supuesto, con la propia Tamara; en remo, con el moañés Rodrigo Conde en doble scull; y en los deportes de equipo, sobre todo, en fútbol. Aguardemos que con un protagonismo muy significativo como el que deseo que vuelva a tener la centrocampista Tere Abelleira, que junto a sus compañeras se proclamó campeona del mundo hace un año y que ha recuperado la forma como acreditó con ese golazo de larga distancia que marcó en Riazor en el último partido de La Roja. Puro talento.