Talavante rompe los cerrojos de la puerta grande de Pontevedra y sale a hombros

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

El matador extremeño cortó dos orejas a su segundo, mientras que Roca Rey se hizo con un apéndice. Juan Ortega se fue de vacío en su debut en la ciudad del Lérez

11 ago 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

La plaza de Pontevedra, que a punto estuvo de colgar el cartel de «no hay billetes», estaba preparada para vivir este sábado una gran tarde de toros. Sobre el papel todo parecía encajar a la perfección, tres grandes espadas —Alejandro Talavante, Roca Rey y Juan Ortega, en lo que fue su bautismo en Pontevedra— y sendas ganaderías que debutaban en la ciudad del Lérez, La Ventana del Puerto y Puerto San Lorenzo.

ADRIÁN BAÚLDE

Inauguró la feria de A Peregrina, Langosto, un negro mulato de 505 kilos de peso con el que Talavante, quien arriesgó y se mostró voluntarioso, logró levantar los primeros aplausos y olés del público. Por desgracia, erró con el acero. Tras dos pinchazos, acertó con tres cuartos de estocada y se llevó las palmas del respetable como recompensa.

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Luego vendría Aclarado, el más ligero de los astados puestos en liza por La Ventana del Puerto en la ciudad del Lérez con sus 465 kilos. Talavante lo recibió capote en mano con una serie de pases de rodillas para luego, ya de pie, poner toda la carne en el asador entre aplausos y «¡olés!» con su toreo al natural. En esta ocasión, no falló con la espada y logró las dos orejas. La vuelta al ruedo posterior se vio empañada por algunos gritos de «Puigdemont, hijo de puta!».

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Tras el extremeño, Juan Ortega pisó por primera vez la arena de Pontevedra con Mitinero, de 485 kilos, quien no le dejó demostrar nada hasta el punto de que el astado, una vez muerto, fue despedido entre pitos. Optó por una faena rápida en la qué únicamente pudo brillar con la espada.

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Luego vendría Fardero, del Puerto San Lorenzo, con el que el sevillano buscó saldar cuentas de su aciago debut en el coso de San Roque. Con un toro que fue de menos a más hasta terminar muy justo de fuerzas, se arrimó y dejó, por momentos, patente la gran clase que demostró en la pasada Feria de Abril o en citas como las de Azpeitia o Huelva. Tras un pinchazo, una estocada fulminante que se llevó la ovación del respetable.

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Lo cierto es que tas las dos primeras lidias decepcionantes, la plaza tenía ganas de fiesta. Y entonces llegaron Roca Rey y Hermético, un astado castaño claro de 470 kilos que dio algo de juego y al que el matador peruano supo llevar a su terreno dejando pases y desplantes que levantaron al público al grito de «¡Perú! ¡Perú! ¡Perú!». Rey no decepcionó con la suerte suprema y logró la que fue la primera oreja de la tarde, un premio que pudo haber sido mayor sino fuera por la demora con la que el astado dobló las rodillas.

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Le tocó al espada cerrar una calurosa tarde pontevedresa con Farderito, una faena que tuvo como prolegómeno una plaza cantando al unísono el mariachi El Rey. El espada se encontró frente a frente una res que apenas daba juego, pese a que el peruano se arrimó todo lo que pudo y más. Una media estocada con descabello a posteriori remató esta primera tarde de toros.

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Fue una jornada en la que la plataforma Touradas Fora de Pontevedra reunió a varios cientos de personas en una manifestación exigiendo el fin de las corridas de toros en Pontevedra. De igual modo, reclamaron que las distintas administraciones dejen de subvencionar a la plaza. Así, insistieron en la necesidad de que la Xunta reforme la Lei de Protección Animal, «a cal fai das touradas unha excepción, porque se queren, poden, non pode ser que unha lei de benestar animal permita asasinar e maltratar animais».

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Última de feria

Tras la primera corrida del sábado, la feria taurina de Pontevedra baja el telón este domingo con Manuel Luque y Tomás Rufo, que ya abrieron la puerta grande de forma conjunta en la edición del pasado año, y Morante de la Puebla. Lidiarán toros de la ganadería Alcurrucén, que este sábado fueron desembarcados en los corrales.