Los residuos tecnológicos relevan a los convencionales en el río Gafos, en Pontevedra
PONTEVEDRA
La asociación Vaipolorío retiró este año en lo que va de campaña de limpieza 630 kilos del lecho
18 ago 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Veinticuatro años. Son los que lleva la asociación ecologista Vaipolorío dedicando su tiempo a las campañas de limpieza del río Gafos. Lo hacen miembros del colectivo y personas voluntarias durante cinco domingos del verano. La vigesimocuarta campaña de limpieza arrancó el pasado 28 de julio y rematará el 25 de agosto. Por delante quedan dos salidas, la de hoy y la del próximo domingo. El punto de encuentro para los participantes es siempre el albergue de peregrinos público de Pontevedra, en la calle Otero Pedrayo, desde donde salen a recoger residuos del cauce a las diez de la mañana. Puede sumarse cualquiera con ganas de trabajar durante unas horas. El único requisito es seguir las indicaciones de los integrantes de la asociación y comunicar la asistencia antes del viernes anterior a través de un teléfono. En la de este 2024 colaboran la Fundación Juan XXIII y Cruz Roja.
¿Cómo marcha la campaña de este año? El presidente de Vaipolorío, Gonzalo Sancho, está contento. «A campaña vai ben, seguimos cunha dinámica similar, pero este ano sorprende que hai algúns pais con nenos e iso é exemplarizante», dice. Hay quien no entiende que después de veinticuatro años sacando residuos de este cauce que tiene distintos nombres en su recorrido —Cocho, Toxal, Tomeza y Gafos— siga siendo necesario meterse con botas y traje de agua en el río para extraer todo tipo de basura. Desde el colectivo tiran de ironía. «Moitas veces dinme, ¿pero ese río cando vai estar limpo? Eu lles digo, e o teu coche, a casa, as rúas... O Gafos é un río antropizado, transformado polo ser humano, e as campañas de limpeza van seguir sendo necesarias», recalca Gonzalo Sancho.
Es cierto que nada tiene que ver la situación actual del cauce con la que se registraba hace más de veinte años. Algo que se puede constatar con un simple paseo. Hasta el momento, en las tres primeras jornadas de la campaña se retiraron 630 kilos de basura. Fueron, en concreto, 280 en la primera salida, en el tramo urbano, menos el asentamiento chabolista de Ponte do Couto; 210 kilos en la segunda salida, en un tramo rural; y 140 en la tercera. El número de participantes voluntarios fue de 27 el primer domingo y de 22 los dos siguientes. Un aspecto sí ponen de relieve desde Vaipolorío. Es el relativo al tipo de residuos que extraen del cauce. Sigue habiendo plásticos y vidrio, pero apuntan que «a electrónica e as novas tecnoloxías gañan terreo ao lixo convencional». Gonzalo Sancho pone como ejemplo que han recuperado del Gafos varios teclados, teléfonos móviles y hasta alguna pantalla de ordenador. Algo que preocupa y cabrea a los miembros de la asociación.
Nocturnidad y alevosía
Su presidente, que después de veinte años al frente de Vaipolorío seguirá mientras lo quiere la asamblea, deja la siguiente reflexión: «Aínda que non estaba ben, ata se podía entender que antigamente a xente botara bolsas de lixo ao río. Pero hoxe, que a xente está máis preparada, non hai razón para botar teclados, móbiles ou pantallas. Como se non tiveran os concellos suficientes medios para desfacerse deles. Aínda que non é o correcto, se queres desfacerte deses residuos eléctricos ou electrónicos cando menos, como mal menor, bótaos no colector, pero non os tires ao río con nocturnidade e aleivosía». Hace unos días, la asociación denunciaba que vallas de seguridad que llevaban meses en la pasarela de Ponte Boleira para evitar accidentes en el paseo del Gafos habían sido tiradas al lecho del río. Lamentaba el incivismo de algunos, pero también el abandono del sendero por parte del Concello.