La cita del monte Castrove reunió a aficionados y curiosos
19 ago 2024 . Actualizado a las 05:00 h.La Rapa das Bestas da Escusa, en Poio, cerró este domingo la programación del 2024 y puso el broche a más de dos jornadas de fiesta y trabajo que se iniciaban el viernes con una cena de confraternidad. Ayer era el día grande de la rapa y a media mañana miembros de la Asociación de Gandeiros do Monte Castrove se encargaban de bajar los caballos desde el pastizal para reunirlos en el curro de San Ramón. Es el ritual y el curro, el epicentro de la fiesta. Para la tarde quedaba lo más vistoso y mediático, el marcado y corta de las crines de los equinos y las espectaculares maniobras de los llamados aloitadores. Ellos y ellas son los encargados, con su destreza y su cuerpo, de saltar sobre el animal y de sujetarlo para hacer esa labor que justifican por el bienestar animal. La previsión de la asociación del monte Castrove era que se reunieran más de cien caballos y participaran una veintena de aloitadores. Como suele suceder en las rapas gallegas, también se venden potros y se realizan sorteos. La rapa de A Escusa remató devolviendo los caballos salvajes a su hábitat natural, el monte Castrove. La de A Escusa es una rapa que sigue a otras del verano gallego ya celebradas como las de Sabucedo, en A Estrada; Amil, en Moraña; Cuspedriños, en Cerdedo-Cotobade; o la del monte Gagán, en Marín.