Condenado tras ser interceptado con ropa falsificada camino de un mercadillo de Sanxenxo

Alfredo López Penide
L. Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

GUARDIA CIVIL

El juzgado deja en manos del fiscal si la ropa se cede con fines humanitarios o se destruye

06 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Como autor de un delito contra la propiedad industrial en grado de tentativa, en el que concurre la circunstancia agravante de reincidencia, ha sido condenado un joven senegalés que el 12 de agosto del 2019 fue interceptado por la Guardia Civil con ropa falsificada. La intervención, según pone de manifiesto la sentencia confirmada por la Audiencia de Pontevedra, se produjo en el transcurso de un control verificación fiscal en la carretera PO-531 a su paso por el Concello de Barro.

Los agentes dieron el alto a un Ford Courier conducido por el acusado, quien ya en el 2018 fue condenado a trabajos en beneficio de la comunidad por este mismo delito. Los guardias civiles pudieron comprobar cómo en la zona de carga del turismo llevaba zapatillas deportivas y ropa interior masculina y femenina que aparentaban ser de marcas registradas, caso de Converse, Fila, Reebok, Nike, Adidas, Calvin Klein o Tommy Hilfiger.

Tras precisar que estas prendas no eran auténticas, señala que «se confundían con las verdaderas», al tiempo que se señala que la intención del ahora condenado era venderlas en el mercadillo de Baltar, en Portonovo (Sanxenxo), sin la autorización de los titulares de dichas marcas.

En concreto, la Guardia Civil decomisó veintiún pares de zapatillas Converse, cuatro pares de zapatillas Fila, seis de la marca Reebok, otros 59 de la firma Nike y 45 pares de Adidas, así como 54 prendas de ropa interior masculina y femenina de la casa Calvin Klein y tres de la marca Tommy Hilfiger. El precio de venta de dichos productos en el mercado ilícito es de 2.089 euros.

Se da la circunstancia de que la sentencia del Juzgado de lo Penal número uno de Pontevedra, ahora ratificada por la Audiencia Provincial, deja en manos del fiscal el destino de estas prendas. Esto es, su destrucción o su cesión con fines humanitarios.