El PSOE da la razón a los vecinos que protestan contra la A-57 en Pontevedra, que está a medio hacer, y pedirán al Gobierno que la lleve hacia el sur de Galicia

María Hermida
María Hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Reunión de los socialistas con miembros de la plataforma de la A-57 este sábado en Pontevedra.
Reunión de los socialistas con miembros de la plataforma de la A-57 este sábado en Pontevedra. PSOE

La carretera, cuyo primer tramo está casi  listo, se estaba construyendo hacia el norte con un fuerte rechazo vecinal y los socialistas proponen priorizar que sirva de conexión hacia la meseta

21 nov 2024 . Actualizado a las 20:51 h.

La autovía A-57, cuyo primer tramo está prácticamente listo, es una patata caliente desde hace muchos años. En su día se concibió como una circunvalación a la ciudad de Pontevedra. De hecho, se vendió que era la forma que tenía el Gobierno central de saldar una deuda histórica con la urbe del Lérez, una de las pocas o la única capital de provincia española sin una carretera que la circunvale. El problema es que la obra se fue retrasando en el tiempo, que cayeron unos proyectos sobre otros y que finalmente lo que se puso en marcha no se parecía en nada a lo que se había planteado inicialmente.

La A-57, tal y como está ahora sobre los papeles (y en parte ya sobre el asfalto, porque se construyó el primer tramo), es una autovía que va desde Vilaboa hasta Barro, dividida en tres frases, que provoca una fuerte contestación por parte de los vecinos, de las asociaciones ecologistas y también de todo el espectro político, ya que en el mes de enero de este mismo año, en un pleno en Pontevedra, toda la corporación votó a favor de pedirle a Madrid que modifique el trazado previsto. El PSOE traza ahora las líneas de esa posible modificación y, tras un encuentro entre el delegado del Gobierno, Pedro Blanco, el secretario de los socialistas gallegos, José Ramón Besteiro, el portavoz municipal del PSOE pontevedrés, Iván Puentes y los afectados, la conclusión de los socialistas es clara: piden un cambio de rumbo total de la obra que ejecuta el de Transportes y Movilidad Sostenible, comandado por Óscar Puente, de su mismo color político. De ahí la importancia de esta propuesta tras tantos años de cambios y tramitaciones. 

Pongámonos en contexto. De momento, y tras años de tramitaciones y obras, lo único que está hecho es un primer tramo de la A-57 que va desde Vilaboa a A Ermida (en Pontevedra) y lo que se plantean son dos fases más; una muy polémica, atravesando las parroquias de Bora y Marcón y el entorno del río Lérez, y una tercera que llega hasta el municipio de Barro, donde la carretera desembocaría en la AP-9. Lo que denuncian los vecinos es que este vial, en realidad, va prácticamente paralelo a la autopista AP-9 y, por tanto, con hacer gratis esta se podría ahorrar construir esta nueva infraestructura, con toda la afectación al medio ambiente y al patrimonio que eso supone. ¿Qué dice el PSOE, cuyo partido es el que tiene en sus manos la obra? Más o menos coincide con esa petición de los vecinos, de ahí que sea factible pensar en un cambio de rumbo inminente. 

Los socialistas creen que hay que buscar una alternativa al actual trazado. Y consideran que en vez de seguir haciéndose la carretera hacia el norte, tal y como está planteada ahora mismo, hay que priorizar la salida hacia el sur de Galicia. Es decir, que la A-57 crezca hacia abajo y se construyan los 32 kilómetros pendientes entre Vilaboa y Ponteareas. ¿Por qué? Lo resume el portavoz municipal del PSOE en Pontevedra, Iván Puentes: «Permitiríalle a Pontevedra ter unha saída directa por unha autovía libre de peaxe cara Ourense e cara a meseta. O sentido que tiña o trazado polo norte, por Bora, Xeve e Verducido, que era o de conectar o polígono de Barro-Meis co do Campiño e coa A-52, ademáis de coa AP-9, veríase perfectamente satisfeito grazas ás medidas que dende hai anos vén adoptando o Goberno de España para facer gratuíta, de xeito progresivo, a Autoestrada do Atlántico, que no ano 2025, se temos Orzamentos Xerais do Estado, chegaría xa a un 75 % de bonificación». 

Tal y como los vecinos afectados por la autovía en construcción llevan años diciendo, el PSOE señala también lo siguiente: «Tanto os polígonos de Barro-Meis e o Campiño como a A-52 estarían perfectamente conectados a través da AP-9 cunha medida moitísimo máis barata que a de construír estes treitos pendentes da A-57 cara o norte». De todas formas, conscientes quizás de que se trata de un cambio de rumbo total, los socialistas dejan también abierta una vía intermedia e insisten en que «o fundamental é que, como mínimo, se modifique ese trazado e que non afecte tan gravemente aos veciños de Bora, Xeve e Verducido como prexudicaría o que está proposto sobre a mesa nestes momentos».

Iván Puentes considera que la respuesta del secretario de los socialistas gallegos y del delegado del Gobierno a las peticiones de los afectados fue muy positiva. Y en ese punto coincide con lo dicho desde la plataforma de afectados de la A-57. Mari Carmen Tenorio, una de las portavoces, que estuvo presente en ese encuentro, señaló: «Fue una reunión productiva y satisfactoria porque se comprometieron a trasladar al ministerio las demandas que llevamos tanto tiempo planteando». 

Esta será una semana preñada de novedades sobre la A-57 puesto que la plataforma de afectados y la asociación ecologista Adega comparecerán también para dar cuenta de la denuncia que se tramitó ante la Audiencia Nacional por esta obra, al considerar que se trata de un trazado muy lesivo para el medio ambiente.