La plataforma de afectados por A-57 exige que se aclare el futuro de la vía

Serxio Barral Álvarez
Serxio Barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Primer tramo de la A-57, que se puso en servicio esta misma semana
Primer tramo de la A-57, que se puso en servicio esta misma semana Ramón Leiro

El delegado del Gobierno afirmó en la puesta en servicio del primer tramo que «a bo seguro» seguirá hacia el norte

28 dic 2024 . Actualizado a las 20:05 h.

«A bo seguro». Esa fue la respuesta que el delegado del Gobierno en Galicia, Pedro Blanco, dio el pasado viernes a la pregunta de si la A-57 seguiría hacia el norte. Lo hizo en el acto de puesta en servicio del primer tramo de este vial diseñado como circunvalación de Pontevedra, y a continuación matizó que a la vista de las alegaciones registradas en el Ministerio «estamos plantexando a posibilidade de darlle unha solución distinta» a los tramos pendientes, A Ermida-Pilarteiros y Pilarteiros-Curro.

Ante esta respuesta, la Plataforma de Afectados por la A-57 en Bora y Xeve reclamó este sábado al Ministerio de Transportes «que aclare sus intenciones con respecto a la autovía», recordando que el colectivo vecinal «se opone frontalmente a que este error histórico se prolongue en el tiempo y en el espacio destruyendo territorio y dilapidando fondos públicos».

La plataforma recuerda al Ministerio que si la intención es conectar el polígono industrial de Barro con Vigo, «solo es necesario liberalizar el peaje Vilaboa- Curro y esta conexión quedaría resuelta».

Pese a que el propio Pedro Blanco afirmaba en el acto de puesta en servicio del tramo Vilaboa-A Ermida el respecto ambiental de la obra, que costó 94 millones de euros, e incluso afirmó que se ha creado una área de 2,8 hectáreas de plantación de especies autóctonas para minimizar la huella de carbono, la plataforma de afectados sostiene todo lo contrario: «Ahora que ya se puede recorrer el primer tramo, todos los ciudadanos comprobarán el enorme daño al territorio de esta infraestructura».

Añaden que existe una serie de «errores» que siguen patentes. Como que no hay enlace directo al polígono de Reigosa-O Campiño, por lo que « los camiones se ven obligados a sobrecargar las vías secundarias para poder acceder a esta autovía de poco más de 5 kilómetros que ha costado casi 100 millones de euros y cuya construcción se ha prolongado 9 años». Tampoco hay, subrayan, acceso directo a la AP-9 hacia Vigo, y concluye ya plataforma que «es una obra que empieza en ningures y va a ninguna parte y que no será nunca la circunvalación de Pontevedra que algunos demandan».

A los vecinos afectados no les vale esa respuesta del delegado del Gobierno de que se está barajando una solución distinta para seguir hacia el norte: «Prolongar esta vía hacia el norte no es una opción razonable para los vecinos de Bora y Xeve. Ni se trata de construir la A-57 por otra zona ni de afectar a otros terrenos, tampoco es una cuestión de enlaces, se trata de proteger el Lérez y el territorio rural frente a una vía que no dará servicio a la ciudad, sino que supondría más tráfico, contaminación y más camiones por las parroquias».

Por ello se exige a los responsables políticos «que se replanteen en serio este proyecto con valentía y honestidad», al tiempo que se pide «una reunión con los cargos locales y nacionales que están estudiando el cambio de trazado para trasladarle todas estas cuestiones».

A mayores, los vecinos siguen confiando en la Justicia y en la demanda presentada por Adega ante la Audiencia Nacional «para frenar en seco una vía millonaria y muy lesiva que ha quedado desfasada».