
El artista ilustra el libro «12 greguerías de luna», una de las novedades literarias de la editorial Kalandraka
16 feb 2025 . Actualizado a las 10:30 h.Siendo un género que desde siempre le gustó, «porque de por sí ya te generan una imagen. Esta pequeña conjunción de palabras genera una imagen», no se le pensó dos veces para poner su arte, sus ilustraciones, al libro 12 greguerías de luna, una de las novedades literarias de la editorial pontevedresa Kalandraka.
Eso sí, Marc Taeger se encontró con el problema derivado del hecho de que cada greguería de Ramón Gómez de la Serna «genera una imagen al lector, por lo que si la ilustra, pues como que te la estoy quitando. Es como si vieses una película antes de leer un libro. Te han fastidiado porque tienes los personajes montados en la cabeza y ya no son tuyos».

Es por ello que optó por seguir el juego al propio Gómez de la Serna por lo que se decantó por reinterpretar las greguerías a nivel plástico. Y teniendo en cuenta que «tenía como elemento la Luna y la Luna es un poco puñetera porque es un círculo, menguante o creciente, pero poco más».
Taeger entonces apostó por buscar lo que bautizó como «accidentes afortunados» que ejemplifica con el hecho de que «si juntas peine con partitura y es un teclado». Para lograr este objetivo, este artista asentado en Bueu desechó el dibujo y abrazó de lleno el collage para generar imágenes: «Hubo muchos accidentes fallidos, pero también fortuitos», apunta remarcando que «cuando recortas tienes dos elementos, el que recortaste y el sobrante, y muchas veces era este último el que luego me daba juego».

El resultado, una serie de creaciones artísticas que se mueven a caballo del humor y la sorpresa con las que Marc Taeger evita «adelantarme a la imagen que genera Gómez de la Serna». Por lo tanto, excepto en determinados casos que era imposible abstraerse a la obra del escritor madrileño, son imágenes que no reproducen la literalidad de las greguerías hasta el punto que «cuando tú lees la greguería, la imagen cobra sentido».
Y, de hecho, realizó numerosas creaciones que remitió a Kalandraka «sin decir que imagen correspondía a cada greguería. Y eso fue muy bonito porque había alguna que yo había pensado para otra. Fue como un tira y afloja entre texto e imagen para encontrar el punto de equilibrio».

Otras novedades
Además de 12 greguerías de luna, Kalandraka ha apostado decididamente por la opera prima de Tobias Giacomazzi, Quero andar sen rodiñas!, un album ilustrado que, con traducción de Chema Heras y Pilar Martínez, fue finalista en la diecisiete edición del Premio Internacional Compostela para Álbums Ilustrados. Y, junto a un primer trabajo, todo un clásico que ha sido reeditado, Sacapenas, de Anthony Browne con traducción de Manuela Rodríguez, que se acompaña de un muñeco sacapenas de comercio justo.
Otra de sus propuestas, A árbore desvelada, de Xavier Seoane, dentro de la colección de poesía Tambo.