Miguel Martínez, el lotero de Caldas que repartió 200.000 euros: «Iba a salir en bici e igual me pillan en el monte. Siempre hace ilusión»

Cristina Barral Diéguez
Cristina Barral CALDAS / LA VOZ

CALDAS DE REIS

Miguel Martínez, lotero de O Camiño Real, en Caldas, descorchó una botella de sidra para celebrar la serie vendida del 77768, uno de los dos cuartos premios
Miguel Martínez, lotero de O Camiño Real, en Caldas, descorchó una botella de sidra para celebrar la serie vendida del 77768, uno de los dos cuartos premios ADRIÁN BAÚLDE

Su administración, O Camiño Real, está en plena ruta portuguesa a Santiago y sus clientes se reparten entre vecinos del entorno, peregrinos y turistas

23 dic 2024 . Actualizado a las 18:05 h.

El sorteo de la lotería de Navidad volvió a dejar un premio en Caldas de Reis. No fueron los 7,6 millones del 2021, pero la administración número 1, O Camiño Real, vendió una serie del 77768, uno de los dos cuartos premios. Un número plagado de sietes que salía del bombo rozando las diez de la mañana. En Caldas el domingo amaneció sin sobresaltos, con niebla y bastantes ciclistas en la carretera que une Pontevedra con la villa termal.

Y, precisamente, la bicicleta tenía pensado coger Miguel Martínez, el dueño del establecimiento situado en la esquina de Juan Fuentes con la calle Real, cuando le avisaron de que había repartido el premio. Por la puerta cerrada de la administración pasa un matrimonio de turistas de Talavera de la Reina (Toledo), que están de vacaciones y se alojan en la localidad. «Cogimos y sellamos una quiniela, pero ese número no. Si me hubiera tocado a mí estaba aquí ya», dice la mujer. Y es que a esas horas de la mañana no hay gente en las calles y los pocos que pasan no están enterados de que han caído 200.000 euros. A Benito Muñiz, hostelero que regenta junto a su mujer, Fátima Aboi, el mesón Bermaña, se le pregunta por el lotero. Conocen a Miguel y se esfuerzan por ayudar a dar con él a través del teléfono.

Al final no hace falta. Miguel, el lotero, y su mujer, que viven en Vilagarcía, llegan a la administración sobre las 11.10. «Iba a salir en bici e igual me pillan en el monte. Me avisó un amigo de que había tocado en Caldas, pero pensé que podía ser en otro sitio», confiesa. Ese obligado cambio planes se lleva mejor cuando es por un motivo como este. «Siempre hace ilusión. El viernes estaba ahí enfrente un coche de la televisión, le hice una foto y le dije a mis amigos. Va a tocar aquí», dice. Y tocó. O Camiño Real ya lo pregona desde la cristalera del escaparate: «Que a sorte te acompañe».

Los clientes de la administración que gestiona Miguel desde el 2012, pero que es de 1981, se reparten entre los vecinos de Caldas y de concellos limítrofes como Cuntis y Moraña, y turistas y peregrinos que hacen el Camiño de Santiago por la ruta portuguesa, especialmente en verano. «También enviamos mucha lotería fuera», señala Miguel, que comenta que un décimo, pero no del cuarto premio, se fue para una señora de Madrid que lo pagó vía bízum. El lotero atiende por teléfono a los primeros medios, mientras espera la llegada del cartel oficial del premio. Por experiencia, sabe que no va a ser algo inmediato. A las 13.30 no había llegado el letrero. Tampoco espera gran despliegue de alegría ni que se dejen ver los agraciados con algún décimo del 77768.