El exalcalde de Campo Lameiro, en relación con la construcción de una depuradora: «Nadie me advirtió de que era una zona verde»
CAMPO LAMEIRO
Las defensas sostuvieron la prescripción de los cargos penales, así como que habrían caducado los plazos de instrucción
13 jul 2023 . Actualizado a las 19:12 h.Finalmente, a la tercera fue la vencida y tras dos suspensiones previas, la Audiencia de Pontevedra pudo iniciar este jueves el juicio contra el que fuera alcalde de Campo Lameiro durante 36 años, el popular Julio Sayáns, por la construcción de la depuradora del polígono de A Facha. Le acompañan en el banquillo el ingeniero responsable de este proyecto y la secretaria municipal, de quien el fiscal sostiene que «no hizo referencia a la necesidad de la elaboración de un pliego de prescripciones técnicas por un funcionario municipal, ni tampoco manifestó que era, en todo caso, necesario encomendar a un técnico externo la confección del pliego de cláusulas técnicas de la obra de no contar con personal municipal que pudiese efectuar esta tarea».
En el arranque de la primera de las sesiones de esta vista oral, las defensas sostuvieron la prescripción de los cargos penales, así como que habrían caducado los plazos de instrucción sin haberse prorrogado los mismos. Estos extremos fueron rechazados por las acusaciones, que, en todo caso, sostienen que, en el supuesto de que no se cumplieran los plazos, no se vulneraron los derechos de los encausados de forma flagrante.
El tribunal, de cualquier modo, abordará estas cuestiones y adoptará una decisión al respecto en sentencia, decisión que la presidenta de la sala dio a conocer a las partes antes de dar paso al interrogatorio de Sayáns.
El exregidor municipal de Campo Lameiro manifestó que no compartía el relato de hechos efectuado el fiscal en su escrito de acusación. Tras precisar que existía una necesidad para cambiar la depuradora, mantuvo que «nadie me advirtió de que era una zona verde», así como insistió en que «confié en Augas de Galicia. Nadie me advirtió de problemas de calificación urbanística».
Lo cierto es que la depuradora terminó ocupando no solo una parcela calificada como de «dominio público libre de usos, destinado a las zonas verdes y a los espacios libres», sino también parte de otra propiedad de una constructora. Con respecto a estos últimos terrenos, Sayáns explicó que intentó negociar con sus titulares, pero no se alcanzó acuerdo alguno debido a las demandas económicas de estos, ya que solicitaban, según el alcalde, una cantidad que cuadriplicaba el precio de este suelo.
Por su parte, el redactor del proyecto sostuvo que ninguna administración puso problema alguno en las distintas fases por las que atravesó el proyecto, mientras que la secretaria municipal incidió en esta idea señalando que la Xunta nunca les trasladó problema alguno con estos terrenos.