Anulan en Poio una multa por estacionar donde existía una «aparente aquiescencia tácita das autoridades»

POIO

La sentencia establece que los vecinos tradicionalmente aparcaban en este espacio que no estaba delimitado por una línea continua clara que prohibiese el aparcamiento
17 abr 2023 . Actualizado a las 19:10 h.El 3 de julio del 2020, en pleno confinamiento por la pandemia del coronavirus, la Policía Local de Poio sancionó con doscientos euros a un turismo estacionado en la calle Peirao, en el entorno de A Barca. El propietario del turismo ya intentó entonces hacerles ver a los agentes municipales que no había incurrido en infracción alguna, que «no momento no que se formulou a denuncia o seu vehículo non se atopaba estacionado en lugar prohibido, nin ocupando un carril de circulación», así como «tampoco obstaculizaba a saída do garaxe da veciña inmediata».
Por el contrario, insistió en que «estaba nun espazo libre, fóra da calzada, non delimitado con sinal, nin con liña de prohibición», así como defendió que se trataba «dunha vía veciñal sen saída (cul de sac), na que os veciños viñan estacionando dende sempre, sen problema ningún, e, incluso, co consentimento expreso da Alcaldía e do xefe da Policía».
Por su parte, desde el Concello de Poio, así como rechazaron de plano la existencia de permiso alguno, contestaron que la denuncia de los policías «é moi clara», así como que ostenta presunción de veracidad. «Ese lugar non era apto para estacionar», toda vez que se trataría de un carril de circulación, así como, según añadieron, el estacionamiento del coche impedía la salida de vehículos de un edificio. De hecho, precisaron que fue el aviso de los afectados lo que determinó que interviniese la Policía Local.
La revocación
A la hora de confrontar ambas versiones, el reportaje fotográfico de la zona donde se produjo la supuesta infracción fue vital para los intereses del propietario del coche, que ha visto como le revocaban la multa y condenaban en costas al Concello de Poio hasta un máximo de cien euros.
Así, el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número uno de Pontevedra ha concluido que «na data da denuncia o vehículo do actor atopábase estacionado nun recuncho fóra da zona de circulación de acceso ao garaxe do edificio mais próximo». Se trata de un tramo de la calle Peirao que, en aquel momento, no estaba delimitado por una línea continua clara que prohibiese el estacionamiento, «ao contrario do que acontecía coa base da fachada do edificio, que sí tiña unha liña continua clara».
Además, confirman que tradicionalmente los vecinos venían aparcando en este cul de sac «coa aparente aquiescencia tácita das autoridades municipais ata o momento da denuncia, solucionándose pouco despois o problema cunha nova sinalización clara, con espazos de estacionamiento ben delimitados». Es por ello que se considera que existe una «ausencia de culpabilidade no actor, ao ter incorrido, con boa fe, nun erro de prohibición, excusable, comprensible e xustificable neste peculiar contexto».