AREOSO
22 nov 2002 . Actualizado a las 06:00 h.«TENGO UN talonario de cheques para disfrutar», cantaron ayer al unísono, en Santiago, Enrique López Veiga, Arsenio Fernández de Mesa y Loyola de Palacio. Y aunque parezca mentira, los patrones mayores de toda Galicia se pusieron colorados cuando vieron tal espectáculo. Habían acudido a San Caetano para analizar una tragedia de la que aún no se ha escrito, al menos no en toda Galicia, el acto final. Pero lo que se encontraron fue muy diferente: una de vaqueros por aquí y un musical por allá. De la de vaqueros les sonará el argumento: un delegado del gobierno y un conselleiro de Pesca repiten una y otra vez aquello de «tranquilos, muchachos, está todo controlado». Rechazando ayuda exterior, luchan contra una peligrosa marea negra moviendo las escasas barreras anticontaminación de una ría a otra. Sólo un error táctico impidió que el bien triunfase en Ferrol, y en Coruña. Pero eso no volverá a ocurrir, ¿no?. En Arousa y Pontevedra debemos dormir a pierna suelta, tranquilos ante nuestro incierto futuro. Porque no siempre vale más prevenir que curar. Y en este caso, la cura prescrita son subvenciones. Y ya se ha dicho, ¡será por dinero!.