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Una pareja de Pontevedra acoge durante un mes a jóvenes brasileñas para que conozcan otras costumbres
06 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.La familia que forman Isabel Blanco, Mauro Jorge y la pequeña Luz recibió el 2016 con tres nuevos miembros. Son las tres jóvenes brasileñas que esta pareja de Pontevedra ha decidido acoger durante un mes en su casa dentro del programa Compartir. Se trata de un intercambio cultural que impulsan ellos mismos y autofinancian.
Las chicas de Río de Janeiro conocieron ayer Horta Agrelo, una empresa de cultivo ecológico ubicada en Bueu. Isabel y Mauro han alquilado una huerta de temporada para producir sus verduras, hortalizas y plantas aromáticas. Nahyá Nogueira, de 19 años, Sindy Pachú, de 16, y Bárbara Garcez, de 18, llegan con Mauro y Luz. La lluvia da una pequeña tregua. Las chicas, que no se conocían antes del intercambio, ya han hecho piña y la víspera se quedaron hablando hasta las tres de la madrugada. Isabel ya lleva un tiempo en Horta Agrelo recibiendo las explicaciones de otra Luz, Luz Gómez, la propietaria. La dueña de estas instalaciones de 5.000 metros cuadrados muestra la capuchina, una hierba comestible que recuerda a la rúcula, aunque con un toque picante al final, que se puede usar para ensaladas.
Antes de que entren en faena, Nahyá, Sindy y Bárbara comentan sus primeras impresiones sobre Pontevedra. «A limpeza da cidade, o respecto polas persoas e o feito de que os coches paren nos pasos de peóns» son cosas que citan como positivas. El lunes vivieron en sus carnes el primer temporal del invierno durante una visita a A Coruña. «En la Torre de Hércules pensaban que volaban», apunta Mauro. «A diversidade de museos e a preservación do patrimonio» son otros aspectos que destacan.
Desde que llegaron a la que es su nueva residencia ha sido una especie de revolución a la que no es ajena, a sus ocho meses, Luz. En casa se reparten las tareas domésticas, que van rotando. ¿Y ya echan de menos a sus familias? Nahyá, Sindy y Bárbara, que están estudiando aunque aprovechan sus vacaciones para esta estancia, se miran y ríen. «Un pouco». Claro que la morriña se lleva mejor si se puede hablar con Río de Janeiro a través de Skype. Tienen por delante mucho que conocer y compartir.
reportaje intercambio cultural autofinanciado