Catorce empresas optan al contrato municipal derivado de la operación Patos

S.B. PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

30 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La operación Patos quedó, en lo que se refiere al Concello de Pontevedra, en nada. La investigación judicial sobre las adjudicaciones de varias obras la empresa Eiriña en el anterior mandato no encontró delito alguno en la actuación municipal y todas las causas abiertas contra el Concello acabaron archivadas.

Sin embargo, aquella investigación obligó a modificar los hábitos de contratación. Antes de la Patos, el Concello de Pontevedra obligaba a las empresas adjudicatarias de obras municipales a asumir los costes de los controles de seguridad y salud. El problema es que la ley obliga a que estos controles, que incluyen la prevención de riesgos laborales, han de hacerlos técnicos ajenos a la empresa que ejecuta la obra. El Concello dejaba en manos de las adjudicatarias esta labor, y en muchos casos estas no buscaban a técnicos ajenos sino que hacían los controles por su cuenta. Ese fue uno de los asuntos que investigó la operación Patos.

Para evitar que el problema se reproduzca en el futuro, el Concello empezó contratando asistencias técnicas por cada obra adjudicada. Ahora ha optado por convertirlo en un contrato por cuatro años y un máximo de 60.000 euros anuales que incluirá todas las obras municipales. Ayer se reunió la mesa de contratación, que abrió las plicas presentadas por catorce empresas que aspiran al contrato.