Tapian por sorpresa las históricas Galerías Oliva de Pontevedra y dejan a comerciantes y vecinos «tristes y rotos»
PONTEVEDRA CIUDAD
Aunque se sabía que se iba a derribar uno de los edificios que hay sobre este corredor, se contaba con que durante las obras quedase una zona de paso hacia Gutiérrez Mellado
17 abr 2023 . Actualizado a las 18:34 h.Las Galerías Oliva no son unas galerías cualquiera de Pontevedra. Por historia y por uso, suponen todo un símbolo del comercio local en una ciudad que hace además bandera de sus tiendas locales. Por eso, que el martes por la mañana se tapiase la salida de estas galerías hacia la calle Gutiérrez Mellado, quedando por tanto inutilizadas para atravesar desde la zona de la Oliva a esa otra parte der la ciudad, es algo que deja entre tristes y enfadados a muchos comerciantes y, también, a vecinos y usuarios de este corredor. «Estamos tristes y rotos», sintetiza Julia Pazos, de Calzados Mora, una tienda que lleva décadas ahí instalada. Y sus palabras, en realidad, son el sentir colectivo. Esta comerciante fue una de las que hace meses lanzó el ya famoso grito de «que no nos cierren» que, desafortunadamente, no ha surtido efecto.
Todo ocurrió el martes por la mañana. Sobre las diez, unos obreros comenzaron a cortar el paso hacia la zona de Gutiérrez Mellado. Es decir, la galería de paso dejaba entonces de serlo, ya que se puede acceder a la misma por cualquiera de las bocacalles de la Oliva pero no se puede cruzar hacia el otro lado de la ciudad, hacia la calle Gutiérrez Mellado, ya que esta era la única salida hacia ahí. Los comerciantes, que saben que esto significa que a a partir de ahora esta zona comercial perderá buena parte de su tránsito, que utiliza esas galerías como un pasillo para acortar trayecto entre la Oliva y Gutiérrez Mellado, se acercaron para saber qué ocurría. Porque todos contaban que, aunque se hiciesen obras en esa zona, se iba a habilitar un paso peatonal durante las mismas.
Porque las Galerías Oliva llevan meses en una situación comprometida. ¿Qué les sucede? La propiedad de uno de los edificios sobre los que están ubicadas, la empresa Inversiones Hercor, decidió que iba a demoler ese inmueble. Lo hizo con un misterio importante de por medio, ya que no le comunicó al Concello ni a los comerciantes que tuvieron que dejar sus bajos porque estaban en el edificio a derribar qué es lo que quiere hacer en ese hueco que quedará libre. Con todo, el Ayuntamiento no pudo oponerse a esa pretendida demolición y los dueños fueron consiguiendo los pertinentes permisos para llevarla a cabo. La obra era solo una cuestión de tiempo. ¿Dónde está la sorpresa del tapiado, por tanto? En que tanto los comerciantes como el propio Ayuntamiento pensaban que se iba a habilitar un paso peatonal para que las galerías continuasen funcionando con una mínima normalidad. No ha sido así.
Xaquín Moreda, concejal de Urbanismo del Concello de Pontevedra, explica por qué se ha realizado ese cambio. Según manifestó, la propietaria del inmueble envió el lunes una comunicación al Concello informándole de que hacía una modificación en el proyecto de demolición y no habilitaba ese paso peatonal por dos razones: porque no lo veía oportuno por cuestiones de seguridad, ya que en la zona podía haber amianto, y porque consideraba que no tenía obligación de dejar un paso de servidumbre por ahí. Moreda indica que esas razones pueden ser perfectamente legítimas, que en todo caso es un asunto civil y no urbanístico, pero señala también que la empresa está obligada a presentar una modificación del proyecto de demolición en condiciones, no una simple comunicación. En todo caso, señalan que a falta de ese trámite, que será fácil de solventar, por parte del Concello la salida puede seguir tapiada.
Los comerciantes de la Oliva, alrededor de sesenta establecimientos operativos, tienen una asociación para defender sus intereses en la que están involucrados alrededor de cuarenta negocios. José Prado es el secretario de esta entidad, que está preocupada por el tapiado de la galería. Señala Prado que la baza que les queda es un documento privado en el que podría ser que se estipulase que sí hay un paso de servidumbre por ahí y que por tanto no se puede vallar sin más. Las Galerías Oliva se inauguraron en el año 1961 y 62 años después siguen siendo todo un símbolo de la resistencia del pequeño comercio. Ahí están tiendas míticas, como Pedestal o Calzados Mora, cafeterías de último grito que le han dado un aire nuevo a este espacio y, también, demasiados locales vacíos que ahora tienen más difícil que nunca volver a llenarse. En esta mañana de miércoles, su aspecto era desolador. El tránsito de peatones era mucho menor que otros días y una comerciante, Mónica Pérez, se lamentaba: «Se empieza a notar el bajón. Y los que vienen se enfadan porque está cerrado y no pueden pasar para el otro lado».