La disputa familiar que dejó sin policía las calles de la ciudad de Pontevedra

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

SUP

Los tres arrestados rechazaron prestar declaración en la Comisaría

26 mar 2025 . Actualizado a las 09:50 h.

Fueron requeridos para mediar en una disputa familiar y terminaron siendo asistidos en un hospital. El ataque que sufrieron tres policías nacionales este pasado sábado en la calle Loureiro Crespo de Pontevedra comenzó con una llamada, poco antes de la medianoche, a la centralita del 091 informando de lo que parecía una riña de familia.

Nada más llegar, los agentes pudieron comprobar como se escuchaban gritos, así como se agolpaban varias personas en el entorno del número 71 de esta céntrica calle pontevedresa. Nada mas apearse del coche patrulla, recibieron el primero de los insultos por parte de un joven: «¡Hijos de puta, largaos de aquí!».

Tanto sus allegados como los agentes intentaron tranquilizar a esta persona que, incluso, presumiblemente llega a encararse con su propia madre. Todos parece indicar que, a medida que fueron pasando los minutos, su agresividad fue incrementándose hasta el punto de que, supuestamente, comenzó a enfrentarse con los policías. En un momento dado, arremetió contra uno de los policías, por lo que tuvo que ser reducido dada la resistencia que, al parecer, mostraba.

Esta situación fue, aparentemente, el desencadenante de la agresión. Así, según trascendió de lo declarado por los agentes, los familiares de esta persona comenzaron a alterarse y a lanzar improperios contra los policías, al tiempo que intentaban impedir el arresto.

Patada y puñetazo

En este escenario, uno de los tres arrestados, algo que se puede apreciar en un vídeo difundido por el Sindicato Unificado de Policía (SUP), cogió carrera para, acto seguido, propinar una patada que alcanzó a uno de los policías en el pómulo derecho para, acto seguido, lanzarle un puñetazo a la misma zona del rostro. Fue un ataque, según precisaron fuentes extraoficiales, totalmente sorpresivo de tal modo que no pudo esquivarlo o protegerse.

Un segundo policía, a la vista de lo ocurrido, procedió a la inmovilización y arresto de esta persona, que reside en el edificio donde se produjo la agresión. 

Y mientras tanto, el primero de los detenidos, supuestamente, se encontraba totalmente alterado, profiriendo insultos y pataleando en el interior del coche patrulla, que terminó con una de sus ventanillas fracturada, circunstancia que lo inutilizó para prestar servicio hasta que se reponga el cristal. 

Tercer arresto

La actuación terminó con una tercera detención, la de un vecino de Vigo, quien supuestamente se enfrentó contra uno de los policías, al tiempo que le amenazaba con matarlo. Esto determinó que, ante el cariz que estaba tomando la situación, tuviese que esgrimir su arma reglamentaria: «¡Pégame un tiro! ¡Pégame un tiro!», comenzó a gritarle entonces el sospechoso.

Prueba de la magnitud de la agresión sufrida por los funcionarios de la Comisaría es el hecho de que tuvieran que acudir todas las dotaciones de la Policía Nacional de servicio, así como patrullas de la Policía Local -«sin la ayuda de ellos no hubiéramos salido de esta situación», confirmó Sandra Fernández, del SUP- y de la Policía Autonómica e, incluso, patrullas de la Policía Nacional de Marín se dirigieron a apoyar a sus compañeros, si bien finalmente no tuvieron que intervenir. Esta situación determinó que «aproximadamente durante un período de dos horas la ciudad de Pontevedra se quedó prácticamente sin efectivos policiales de seguridad ciudadana».

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Incidentes en Comisaría

Las diligencias relativas a esta actuación recogen que los incidentes continuaron en Comisaría, donde uno de los arrestados habría insultado y amenazado a los agentes. Posteriormente, esta persona sería trasladada al Hospital Montecelo para ser asistido por su grado de excitación. 

En cuanto al policía recibió la patada en el pómulo presentaba lesiones en la boca y estaba aturdido, por lo que no pudo continuar con el servicio. Otros dos funcionarios tuvieron que ser asistidos por personal médico.

Además, durante toda la intervención, según aparece en las diligencias, los padres de los dos primeros arrestados se encararon también contra los policías y, en un momento dado, llegaron a agarrarle la defensa reglamentaria a uno de los agentes. De este modo, a mayores de los tres arrestos, estas dos personas figuran en calidad de investigadas. En su caso, y dado que estaban plenamente identificadas, se optó por no detenerlas para evitar la escalada de incidentes.