Fijar el foco en los agresores

SANXENXO

La muerte de Jessica Méndez, en la que esta implicado un vecino que la acosaba, causó una oleada de indignación en Galicia
La muerte de Jessica Méndez, en la que esta implicado un vecino que la acosaba, causó una oleada de indignación en Galicia Capotillo

El caso de la joven acosada en Sanxenxo a la que la Justicia retiró las medidas de protección tiene connotaciones alarmantes que evocan al feminicidio de Jessica Méndez

19 may 2022 . Actualizado a las 12:48 h.

En la parroquia de Verducido, en el municipio de Pontevedra, así como en los concellos de Barro y Portas, aún duele el recuerdo de la reciente muerte de Jessica Méndez. Un vecino obsesionado con ella que desplegó un comportamiento acosador, terminó matándola estrellando su coche a toda velocidad contra el vehículo que conducía la muchacha de 29 años. Siempre según establece el atestado policial. Ocurrió el pasado 17 de marzo. El juzgado de Caldas no dudó un instante y mandó a prisión a José Eirín, el individuo de 41 años que se había pasado tres lustros acosando a Jessica hasta que terminó con su vida ante la estupefacción de familiares y vecinos.

Con ese recuerdo aún caliente nos enterábamos hace un par de semanas que una joven de Sanxenxo y su familia vienen denunciando reiteradamente el acoso al que ella se ve sometida por parte de quien fue su novio y que no habría aceptado la ruptura, conforme el archiconocido patrón machista. Amenazas de muerte, un intento de arrollamiento, mensajes intimidatorios, daños en el vehículo, son algunos de los episodios de ese acoso que la joven y su familia han denunciado y que son del conocimiento de la Guardia Civil y del Centro de Información a la Mujer del Concello de Sanxenxo.

La Audiencia se corrige

El caso saltaba a la palestra porque, de modo incomprensible, la autoridad judicial retiraba la protección policial a la joven al considerar que no existe peligro para su integridad. Todo un disparate burocrático que alarmaba a la muchacha y a su familia, que no tuvieron más recurso que acudir a los medios. La Voz de Galicia recogía el caso en la edición del pasado 14 de abril, bajo el titular Retiran la orden de protección de una joven de Sanxenxo que denunció a su exnovio por intentar atropellarla.

Según contábamos entonces, la Audiencia Provincial había decidido retirar esa protección al «no apreciar un riesgo objetivo». Afortunadamente, semejante dislate judicial ha durado apenas dos semanas, hasta que el pasado viernes 29 supimos que los magistrados de la Sala Cuarta de la Audiencia lo corregía enviando el caso al Juzgado de Instrucción número 3 de Cambados, especializado en Violencia sobre la Mujer, con el propósito de que se reevalúe el riesgo existente del que han alertado la joven y su familia con hasta 20 denuncias.

Ruido mediático

En este caso de la joven de Sanxenxo, resulta evidente que el ruido mediático, que trascendió incluso fuera de Galicia, ha sido decisivo para que la Audiencia Provincial reconsiderase su primera decisión y reoriente el caso hacia un juzgado especializado en violencia de género, una vez que ha reestimado que se aprecia riesgo después de una relación de pareja entre la víctima y el acosador.

Tristemente es justo lo que no ocurrió con el reciente caso de Jessica Méndez pues nunca hubo tal relación de pareja con José Eirín, solo de vecindad. Pero la muchacha pasó 15 años de tormento hasta que la mataron.

El crimen de Jessica se tuvo que haber evitado. Como ya escribí entonces, es la patente evidencia de los fallos del sistema de protección y garantías. Fue un feminicidio, como clamaron cuantas personas acudieron a las concentraciones de repulsa que se repitieron. Ni la Policía Nacional, ni la Guardia Civil, ni los juzgados le dieron solución alguna a una joven que solo pretendía construir su vida al margen de un tipo que se obsesionó con ella y que, finalmente, actuó como un machista de libro.

Sigo aguardando saber que depararán las diligencias de oficio por parte de la Valedora do Pobo de Galicia y si prosperará la iniciativa del Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, instando al Congreso de los Diputados a regular que situaciones de acoso como la que se sufrió Jessica y desembocó en su muerte, puedan prevenirse mediante la protección contemplada en la Ley contra la Violencia de Género. Una ley que data de 2004 y que se ha implementado con toda la dotación que supone un Pacto de Estado y que, sin embargo, mantiene fisuras lamentables.

Jurisprudencia

Precisamente cuando la Sala Cuarta de la Audiencia acaba de reconsiderar el caso de la joven de Sanxenxo, lo hizo al amparo de reciente jurisprudencia del Tribunal Supremo que tipifica en el ámbito de la violencia de género aquellos episodios que ocurren entre personas que han mantenido relación de pareja. En este caso, de noviazgo.

Por otra parte, estoy seguro que, por supuesto, la Sala tuvo que decidir bajo el impacto que permanece en la sociedad pontevedresa por el caso de Jessica.

Sé que lo voy a escribir a continuación es muy duro, pero unos titulares de prensa pudieron haber salvado la vida de Jessica como las de otras tantas mujeres, víctimas de la violencia machista, que no fueron noticia hasta que murieron a manos de sus asesinos. Haber conocido e informado de esos casos antes, podría haber ayudado a evitar quién sabe cuántos feminicidios.

Los medios de comunicación no podemos arrogarnos el papel de garantes de la integridad de las mujeres maltratadas, pero sin duda que podemos y debemos contribuir a difundir los casos que se denuncian, como este de Sanxenxo. Contribuye a poner el foco sobre el problema.