Xurxo Carreño, embajador digital de Sanxenxo: «Vivimos en el mejor sitio del mundo, por su gente y por su clima»

El recinto de fiestas se quedó pequeño para el público que se congregó para asistir a la imposición de la Cebola de Ouro a la extelefonista de Sanxenxo, Lola Villalustre, y al cómico y tiktoker afincado en Portonovo, Xurxo Carreño.

El alcalde de Sanxenxo, Telmo Martín, se dirigió así a los dos premiados: «Ambos estáis relacionados con la comunicación». Recordó que «Lola fue la chica del cable en Sanxenxo, a través de su centralita en la rúa Progreso, en una época en que pocas casas tenían teléfono». Sobre Carreño añadió: «Xurxo representa la nueva forma de comunicación, las tecnologías y las redes sociales». Aprovechó el regidor para invitar a Xurxo ser «embajador oficial» de la marca Sanxenxo en las redes sociales, donde suma millones de seguidores.

El premiado recogió el guante lanzado por el alcalde y señaló que, aunque era ourensano de nacimiento, llevaba «toda la vida veraneando en Sanxenxo» y destacó que se había venido a vivir a Portonovo desde su Ourense natal porque le encanta. «Vivimos en el mejor sitio del mundo, por su gente y por su clima», sostuvo, a la vez que elogió las virtudes de la cebolla, las playas y tradiciones ancestrales como las vinculadas a A Lanzada.

En este sentido, Carreño manifestó que muchos de sus vídeos, además de mostrar el municipio que escogió como residencia, también apelan a la conciencia ambiental de la gente, para que se respete el medio ambiente y se reduzca el impacto de los plásticos en el litoral. La Cebola de Ouro se la entregó la conselleira de Medio Rural, María José Gómez, que alabó el papel de los productores del campo gallego.

Lola Villalustre, «la chica del cable» de Sanxenxo, como la definió el alcalde, recibió la insignia de manos del regidor, que recordó la importancia de su trabajo en la década de los años sesenta y setenta. Resaltó Martín su buen hacer en su trabajo y su carácter, que la hizo ser merecedora del cariño de sus vecinos y se remitió a la alta afluencia de público a la ceremonia de las Cebolas de Ouro para avalarlo.

En nombre de su abuela intervino la nieta más joven de Lola Villalustre, Paula Torres. Agradeció en nombre de su abuela y de su familia el homenaje: «Este reconocimiento es un símbolo de cariño, respeto y aprecio que el pueblo de Sanxenxo siente por ella, que ha sido siempre una persona fuerte, generosa y dedicada a su comunidad, ofreciendo su apoyo, su tiempo y su sonrisa a todos los que la rodean».

«Era ella quien se encargaba de conectar a las personas, recordando cada número y poniendo en contacto a familias y a los veraneantes que llegaban al pueblo en los meses de verano. Era la memoria viva de Sanxenxo», incidió. «Con su labor no solo facilitó la comunicación, sino que también fortaleció los lazos entre aquellos que se marcaron lejos por la emigración, ayudando a mantener viva la conexión con su hogar sus seres queridos», sentenció.

Una ristra de 235 metros de cebollas

Yudite dos Reis volvió a alzarse un año más, y ya van 13, con el premio a la ristra más larga de la Feira da Cebola de Sanxenxo. En veinte días logró enlazar docenas de cebollas hasta sumar 235 metros. Este miércoles expresaba su satisfacción por su premio, pero apuntó que no le dio tiempo a cumplir su meta inicial, que era conseguir los 300 metros. Aún así, su ristra impresionaba y fue uno de los escenarios más fotografiados del recinto de festejos. La cebolla más grande, de un kilo y medio la cultivó María José Carramal. En el certamen también se reconoció el trabajo artístico de tres composiciones con este producto de la huerta.

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