El placer de tardear a orillas de la ría de Pontevedra amplía el atractivo turístico de Sanxenxo
SANXENXO

Los balcones al mar amplifican la oferta hostelera de tarde en la capital turística de las Rías Baixas
27 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.El tardeo gana adeptos en Sanxenxo, capital turística de las Rías Baixas, donde su hostelería se ha adaptado a la tendencia que atrae tanto a los adultos como a un público más joven. Su amplia oferta de locales y su ubicación privilegiada como balcón natural a la entrada de la ría de Pontevedra no tienen rival. Estas son tres propuestas para disfrutar de una tarde con un buen cóctel, con vistas al mar y con un servicio de calidad.

La Azotea del Hotel del Mar, adaptada como mirador sobre la playa de Silgar y la ría, ofrece uno de esos remansos de paz que también busca el visitante. Su propietario, Asdrúbal Ferreiro, explica que este establecimiento, que nació como hotel en la década de 1940, cuenta con una azotea idónea para tardear.
«Tenemos una carta de bebidas prémium y coctelería. Trabajamos mucho el vermú y cuando la gente tiene algo de apetito puede degustar una tabla de embutidos, de quesos, de nachos con guacamole o una empanada casera del día», apunta Ferreiro. En la carta hay seis tipos distintos de cóctel y, entre otros productos, una tabla de quesos internacionales, excelente acompañamiento también con una caña o con un vino.

El Mar de Vela, en la avenida de León, en Carabuxeira, en Sanxenxo, es un hotel que abre su terraza que enfila directamente a la boca de la ría de Pontevedra y a las islas Cíes. Su director, José Luis Ameneiros, explica que su clientela escoge bebidas muy variadas para tardear. «Piden desde batidos, cócteles, mojitos, cañas y copas», apunta. En la mesa se degustan las bebidas, pero con los ojos se disfruta de unas vistas panorámicas sobre la ría que están entre las mejores de la villa. «Aquí se reúne mucha gente a la hora de la puesta de sol», indica Ameneiros, y es que desde el Mar de Vela se pueden casi saborear esos minutos en los que el astro rey se funde con el mar en la línea del horizonte.
Aunque el Mar de Vela es un hotel con la opción de alojarse en apartamentos solo cruzando la calle, su terraza está abierta al público en general, entre las 11.30 y 14.30 y de 16.00 a 23.00 horas. Y tanto su servicio como su ubicación lo han hecho muy popular entre vecinos y visitantes.
«Recomiendo en las bebidas un gin-tonic, o un cóctel, por ejemplo, un daiquiri, que sale mucho, o mojitos», subraya Ameneiros. Para acompañar, apuesta por la sencillez de un sándwich mixto, «de los de toda la vida de jamón y queso», o una tabla de embutidos.
«Desde aquí tienes vistas a las islas Cíes y al puerto deportivo de Sanxenxo, ves entrar y salir los barcos y es un lugar tranquilo, para la gente que quiera estar fuera del ajetreo de Silgar», concluye Ameneiros.
Portonovo también merece una escapada para saborear las horas vespertinas
La creciente afición por el tardeo, una tendencia que sigue creciendo, encuentra en Portonovo otra de sus referencias, ya que esta localidad marinera complementa a la perfección la oferta turística sanxenxina. Entre los locales hosteleros situados en el frente marítimo, destaca este año como novedad el Ollo de Boi, que abrió sus puertas este mes y que se ubica en el edificio del Club Náutico de Portonovo.

Ollo de Boi lo regenta el restaurador Alberto Filgueira, con una amplia trayectoria profesional, tras formarse en las cocinas de otro conocido restaurante de Sanxenxo. Este local está ubicado en una posición avanzada dentro de la dársena del puerto portonovés y dispone de una terraza, tanto acristalada como abierta, que permite a los comensales degustar su menú y de su emblemática playa.
En su carta hay una amplia gama para tardear con cócteles variados, smothies, batidos fríos y cafés. De domingo a jueves este local solo abre hasta el servicio de comidas, pero los viernes y sábado, está a disposición de los clientes desde la mañana hasta la noche ininterrumpidamente.
Aparte de las comidas más copiosas, Filgueira destaca que «viernes, sábado y domingo tenemos de 10.00 a 13.00 y de 18.00 a 20.00 el brunch, que se sirve en la terraza superior». La recomendación para tardear, según indica este restaurador, va «desde las copas al brunch, donde se encuentran las típicas tostas con huevo poché y salsa holandesa a una tosta francesa de crema de mascarpone y manzana asada». A la hora de resaltar qué encuentran los clientes en Ollo de Boi, Alberto Filgueira incide: «Un buen servicio, un buen ambiente y con un producto de calidad y proximidad».