Nico Williams: «Siempre estaré orgulloso de mi hermano, pero tengo que volar por mi cuenta»

Javier Asprón COLPISA

QATAR 2022

ALBERT GEA | REUTERS

El extremo repasa las secuelas de la derrota ante Japón y analiza el duelo de octavos de final contra Marruecos

04 dic 2022 . Actualizado a las 20:46 h.

Nico Williams (Pamplona, 20 años) se ganó su presencia en el Mundial después de convencer a Luis Enrique en el último partido antes de la convocatoria final. Su descaro y la asistencia a Morata que dio el triunfo ante Portugal fueron su carta de presentación. Luego continuó su buen rendimiento estrenándose como goleador en el amistoso ante Jordania. En la fase de grupos ha jugado en los tres partidos, saliendo desde el banquillo en los dos primeros y como titular por primera vez en la derrota ante Japón. Cada vez más asentado en el equipo, el extremo charla sobre las secuelas que dejó ese último encuentro y el estado de ánimo con el que se afronta, ya sin red, el choque de octavos ante Marruecos.

¿Cómo fueron las horas posteriores a la derrota ante Japón?

Fue un jarro de agua fría, pero nos hizo pensar realmente lo que queremos en este Mundial. Es mejor que el tropiezo nos haya pasado en la primera fase y no en lo que viene ahora. Contra Marruecos hay que ir a tope.

¿Estaban más tristes que enfadados o al revés?

Es una mezcla de las dos cosas. Nos fastidió el resultado porque queríamos sumar los máximos puntos posibles y ser primeros. La gente dice que ahora tenemos mejor cuadro, pero nosotros no especulamos. En cualquier caso vamos a ir con todo.

¿Cómo se recupera la confianza?

Aquí estás jugando cada tres o cuatro días, y si no la recuperas rápido te pasan por encima. Tenemos que pensar que estamos viviendo una experiencia increíble y que como equipo estamos muy bien. Somos una piña, si alguien tiene menos confianza se le apoya y a partir de ahí crecemos todos.

¿Han analizado qué pasó en esos cinco minutos de colapso en los que llegaron a estar eliminados?

Sí, hemos visto esos cinco minutos. Fue una desconexión total por nuestra parte. Pero como ya he dicho, mejor que nos haya pasado cuando aún hay solución. Ese colapso nos ha hecho pensar mucho.

En su caso particular, ¿qué sensación le dejó el partido?

Me vi bien. Hice lo que tocaba. Sí que es verdad que no tuve muchos balones para recibir y encarar al lateral, que es mi punto más fuerte, pero ayudé al grupo. Creo que estoy haciendo las cosas bien y tengo que seguir así.

¿Y el seleccionador qué le dijo? ¿Le corrige mucho? 

Como chaval joven que soy me equivoco mil veces. Tengo que seguir trabajando para ofrecer mi mejor versión. Luis Enrique me corrige mucho, pero estoy agradecido por ello. Si un entrenador no te corrige, malo. Si lo hace es porque confía en ti. A mí me toca coger esa confianza y aprovecharla en el campo.

Una derrota ante Marruecos sería un palo.

Sí. Pero no estamos pensando en eso. Va a ser un partido muy difícil porque Marruecos está bien y va a intentar explotar sus bazas. Pero si hacemos nuestro juego no nos va a ganar nadie. En eso es en lo que tenemos que pensar, en salir con todo y en llevarnos el partido.

Es un Mundial extraño, con varias favoritas ya en casa y selecciones a priori inferiores dando una sorpresa tras otra. ¿A qué lo achaca?

Un Mundial es cada cuatro años y todo el mundo viene preparado y con el cuchillo entre los dientes. Otras selecciones no han estado a la altura y es algo que tiene que servirnos a nosotros. Tenemos que hacer las cosas muy bien para estar en los cuartos de final.

¿Quién le ha gustado más hasta ahora? 

Francia, en conjunto, me ha parecido la más completa.

Da la impresión de que ya vuela solo, sin la sombra de su hermano. ¿Es así?

Al ser el pequeño siempre he sido «el hermano de», y es algo que cuesta digerir. Siempre voy a estar orgulloso de mi hermano y muy agradecido por todo lo que ha hecho por mí, pero también tengo que volar por mi cuenta y marcar mi propio destino en el fútbol. Con su ayuda y con la de otros muchos seguro que puedo alcanzar las metas que me he propuesto. Soy joven y tengo que crecer mucho todavía como futbolista.

¿Aún se sorprende al despertarse cada día en la residencia y saber que está jugando un Mundial?

Estoy viviendo un sueño. A quién no le gustaría jugar un Mundial con 20 años... Tengo una ilusión de la hostia por estar aquí. Quién me lo iba a decir hace tres años cuando estaba jugando en Tercera. Este es el camino. Lo estoy consiguiendo. Estoy trabajando para hacer más méritos y ser un jugador cada vez mejor.

¿En quién se apoya dentro del grupo? ¿Con quién se junta?

Nos juntamos todos, pero con Balde y con Ansu hemos hecho un buen grupo. Somos buenos amigos.

Y los veteranos, ¿cómo les tratan?

Ellos son los que mandan aquí. Tener jugadores con esa experiencia ayudando y aportando es impagable. Nos dan confianza, nos transmiten positividad, nos corrigen cuando hacemos algo mal. Todos los jóvenes del equipo estamos dispuestos a aprender de ellos porque llevan más tiempo y han vivido cosas que nosotros no. Busquets es el mejor ejemplo. Ha estado en cuatro Mundiales y lo ha ganado todo. Si somos capaces de recoger alguna de sus enseñanzas y aplicarlas a nuestro juego, mucho mejor.

En casa ya no hay dudas sobre quién quieren que gane el Mundial, ¿verdad?

La eliminación de Ghana fue una pena. Iñaki me ha dicho que me transmite el legado de los Williams, que haga un gran papel, que sea yo mismo y que disfrute. Y que me traiga la copa para España.

¿Acabó muy decepcionado? 

Caer eliminado en un Mundial es doloroso, pero él es muy fuerte y se va a recuperar muy rápido. Yo creo que lo va asimilar bien.

¿Quiénes son más críticos con usted? ¿Su familia o Luis Enrique?

El míster me da más caña. Al final es el que me ve todos los días y quien tiene que decidir los que salen en el once. Pero todo lo que venga de él es bueno, porque me hace aprender de mis errores y ser mejor jugador.

Titular en la selección por primera vez, cada vez más expuesto al foco y a las críticas. ¿Cómo afronta eso?

Me cuesta un poco. Intento apartarme y evadirme, pero al final siempre te acaban llegando las críticas. Es el mundo del fútbol. Un día eres un héroe y al siguiente el más malo del pueblo. Hay que estar tranquilo y fiarse solo de lo que te digan los tuyos. Son los que te quieren y los que de verdad se van a interesar por ti. Lo que hablen los demás no debería importar nada.