El astro rosarino, máximo goleador y asistente en Catar, se despide de los Mundiales
18 dic 2022 . Actualizado a las 12:50 h.La canción Muchachos ha sido la sintonía más repetida durante toda la andadura de Argentina. Un nuevo himno para los numerosos aficionados de la Albiceleste que recuerda una sequía de 28 años después: «Las finales que perdimos cuántos años las lloré». Leo Messi perdió cuatro de ellas. Tres de la Copa América y una en el Mundial del 2014.
Por el camino, el astro rosarino renunció a la selección. Volvió, pero después de la derrota en Rusia 2018 pidió un tiempo muerto. Lionel Scaloni debutó como seleccionador sin el jugador que, cuatro años después, lidera por enésima vez al equipo sudamericano.
«Atravesaste a cada uno de los argentinos», le dijo la periodista Sofía Martínez al término de una entrevista. Messi estaba emocionado. El rosarino, a sus 35 años, ha firmado su Copa del Mundo más completa, independientemente del resultado de hoy. Su importancia en el juego es capital, pero en Catar supo aparecer en los momentos claves. En cuatro de los seis partidos de Argentina, Messi logró el primer gol. Desde el balsámico tanto ante México, marca registrada del canterano culé, a su acierto en el penalti ante Croacia en semifinales. Además, acumula cuatro premios que le acreditan como el mejor jugador del partido en las tres eliminatorias y, en la fase de grupos, ante México. Hoy es un firme aspirante a otro.
Elogios por doquier
Los elogios al diez se suceden en voces respetadas del fútbol argentino. «Es el líder que Argentina necesita», afirma Mauricio Pochettino. «No necesita la corona para ser rey», secunda Mario Alberto Kempes. Hasta Ronaldinho, el dorsal número diez que le precedió en el Barcelona, se negó a retirarle de los Mundiales: «Podría jugar hasta los 50 años por su calidad única».
Didier Deschamps, seleccionador francés, es consciente de que está más en forma que en su último enfrentamiento en Rusia 2018: «Está esplendoroso desde el inicio de la competición. Hace cuatro años fue diferente».
Messi igualó, con cinco ediciones, el récord de Mundiales jugados. Él ha reconocido que es su última Copa del Mundo y, quizás, su último tango con Argentina. A diferencia de otros momentos cruciales en su carrera (las derrotas con el Barcelona en Champions o las cuatro finales perdidas con Argentina) Leo Messi ha logrado dejar su impronta en todos los duelos de su selección. A él se aferra un grupo que confía en su zurda «a muerte», como señaló el Dibu. El discurso del arquero se plasma sobre todo en los jóvenes, como Enzo o Julián Álvarez. Jugadores que, literalmente, han crecido con sus goles. El futbolista del Benfica, el más joven de la convocatoria final de Scaloni, tenía cuatro años y siete meses cuando el astro de rosario debutó con la Albiceleste.
El palmarés de Messi y Maradona ha servido durante años como vara de medir. El rosarino lucha este domingo por igualar el legado del Pelusa para que, así, solo quede hablar de fútbol.