Para multinacionales como Starbucks, Dell o Amazon, la red social se está convirtiendo en una herramienta fundamental en sus relaciones públicas.
21 abr 2009 . Actualizado a las 12:15 h.Más de 14 millones de personas ya usan Twitter para compartir sus vivencias con el resto del mundo en solo 140 caracteres, pero el popular servicio de micro-blogging tiene también cada vez más adeptos dentro del mundo empresarial.
Para multinacionales como Starbucks, Dell o Amazon, Twitter se está convirtiendo en una herramienta fundamental en sus relaciones públicas y una excelente fuente de información sobre las opiniones de sus clientes, cada vez más «enganchados» al servicio. Para Twitter, su popularidad entre las empresas podría ser la solución a sus problemas para lograr ingresos.
Pese a su imparable crecimiento -la página dobló su número de visitantes entre febrero y marzo según Comscore- Twitter no es rentable y actualmente se financia a través de inversiones de firmas de capital-riesgo. Evan Williams, Biz Stone y Jack Dorsey, sus fundadores, ya han señalado que proyectan crear servicios de pago para clientes corporativos que hasta ahora no pagan nada por «twittear».
Algunas de las primeras compañías en darse cuenta del potencial de la red social han sido, curiosamente, los medios de comunicación tradicionales a los que Twitter hace la competencia.
Eventos como el aterrizaje de un avión de American Airways en el río Hudson el pasado febrero llegaron antes a Twitter que a las cadenas de televisión. Algunas de ellas, como CNN, tienen varias cuentas en Twitter y un buen número de seguidores, si bien esta cadena en concreto acaba de ser superada en una competición pública por el actor Ashton Kutcher, la primera persona con un millón de seguidores en la red social.
Para el minorista en Internet Amazon, Twitter se convirtió en un quebradero de cabeza la pasada semana, cuando una pequeña revolución contra la empresa se desencadenó en la red social. Un escritor estadounidense descubrió que los libros de contenido gay habían desaparecido de los rankings de Amazon y lo denunció con un mensaje en Twitter que leyeron sus 200.000 seguidores. La protesta se extendió como la pólvora en la red social y Amazon enmendó pronto el error de catalogación que afectaba a 57.000 títulos y que atribuyó a un problema técnico.
Twitter permitió también al fabricante de ordenadores Dell descubrir que sus usuarios no estaban satisfechos con el teclado del portátil Dell Mini 9. La tecla del apóstrofo y la de «enter» estaban demasiado juntas, lamentaban, un problema que Dell corrigió en el Dell Mini 10.
En Starbucks, los clientes solían dejar sus quejas escritas en un buzón para reclamaciones de los establecimientos de la cadena. Hoy prefieren «twittear», lo que permite a la firma reaccionar con mayor rapidez a sus problemas de imagen. Así, cuando el pasado mes se extendieron rumores de que Starbucks no distribuiría café a las tropas en Iraq en protesta por la guerra, la compañía lo desmintió con un breve mensaje en Twitter que remitía a un comunicado en la página web de la firma.
Twitter ha sido también uno de los principales medios elegidos por la cadena de pizzerías Domino's para hacer frente al peor escándalo en la historia de la empresa. Dos empleados en Carolina del Norte colgaron en YouTube varios desagradables vídeos en los que aparecían poniendo mocos en los bocadillos que vende la cadena. La noticia y el link a los vídeos se propagaron rápidamente a través de Twitter, por lo que la dirección de Domino's decidió emplear las mismas armas: abrir una cuenta en Twitter para explicar lo sucedido y responder a las preguntas de los internautas. Su competidor Pizza Hut ha decidido, incluso, hacer de Twitter una actividad profesional y crear el puesto de «twittero» oficial de la compañía. Esta persona trabajará en la sede de la cadena y será «nuestro periodista en redes sociales, con la labor de contar en 140 caracteres o menos todo lo que pasa en Pizza Hut», según un portavoz de la firma.