Aunque sorprende por sus dimensiones, el dispositivo de Samsung es el primero de la categoría equipada con Android que llega equipado con 3G
30 mar 2013 . Actualizado a las 13:58 h.A caballo entre el smartphone y la cámara digital. Ahí es donde se coloca la última metaformosis tecnológica ejecutada por Samsung, la Galaxy Camera, con la que la surcoreana pretende aprovechar el tirón de la fotografía móvil y la fiebre por las aplicaciones de retoque de imágenes como Instagram, Paper Cámera y el resto que uno puede encontrar buceando en las tiendas de Apple, Google, Windows Phone o Blackberry.
Un terreno -el de las cámaras compactas equipadas con sistemas operativos móviles- en el que se han atrevido a adentrarse Polaroid, Nikon y, en último lugar, el gigante asiático.
El aspecto exterior de la Galaxy Camera es impecable. Solo con echarle un vistazo uno se da cuenta de que no está ante una cámara compacta más. Sus bordes redondeados, junto a los materiales con los que ha sido diseñado, ofrece una imagen elegante propia del segmento de precio en el que se mueve. Sin embargo, al cogerla entre sus manos llama mucho la atención su peso.
Acostumbrados a la creciente ligereza de los teléfonos móviles, manejar un dispositivo de 300 gramos puede hacerse raro para algunos usuarios, por ejemplo, a la hora de llevarla sujeta en la muñeca. Sin embargo, la Galaxy Camera ofrece una gran sensación de seguridad al fotografo de turno, entre otras cosas, por la disposición de elementos y la empuñadura situada en la parte derecha de la frontal. El tacto -con un relieve similar a una malla- de esta zona es diferente al del resto del diseño y se agradece a la hora de tomar imágenes. Sus medidas (129 x 71 x 19 mm) están determinadas y condicionadas por el que quizás sea uno de los grandes atractivos de la cámara: su pantalla HD de 4,8 pulgadas (1280x720 pixeles), con una gran capacidad de respuesta mientras uno navega por los diferentes menús.
Sin embargo, es un gadget que no entra en cualquier bolsillo y, por su tamaño, obliga a usarla en la mayor parte de las veces con dos manos.
En lo que se refiere a la óptica, cuenta con una resolución de 16 megapíxeles efectivos y un interesante zoom de 21 aumentos, que ofrece grandes resultados, especialmente a la hora de captar detalles. Las lentes -de 23-483 mm- despliegan al usuario un buen repertorio de soluciones, reforzadas por un efectivo estabilizador de imágenes. El ISO cuenta con un rango que va desde los 100 hasta los 3200. Sin embargo, en situaciones de poca luz los resultados pueden dejar algo que desear, algo que no ocurre a plena luz del día. Entre los diferentes modos para tomar fotos que incluye Galaxy Camera, especialmente interesante resultado el «modo experto» que permite ajustar los parámetros de la toma de manera muy intuitiva. También permite tomar vídeo
Aunque los que busquen la mejor calidad de imagen tendrán por ese precio -499 euros libre- otras opciones, hay que valorar que el público al que se dirige este dispositivo es diferente. Sus dos puntos diferenciales son la conectividad y el hecho de funcionar con Android Jelly Bean. Cámaras con Wifi hay varias, pero Samsung es la que más lejos ha llegado en este aspecto, al dotar esta máquina con la posibilidad de conectarla a redes 3G. Esto puede hacerse bien contratando una nueva tarifa de datos con algún operador o aprovechando la posibilidad de hacer tethering (compartir Internet desde el móvil), como ya muchos hacen con las tabletas. Por otra parte, el venir equipado con el sistema operativo móvil de Google ofrece una batería de aplicaciones de retoque -además de la suite de herramientas de la marca- como Instagram, Flickr. Con estos dos elementos, retocar y compartir imágenes es cuestión de cualquier momento y lugar.
La Galaxy Camera es compatible con todas las apps de la Play Store desde juegos hasta otras funciones, incluído Skype. El encargado de mover todo esto un procesador de 4 núcleos a 1.4 GHz. En principio no debería haber objeciones a este respecto pero en algunas ocasiones pasar del modo cámara a alguna aplicación de retoque se alarga un poco más de lo que se presupone.
Sobre la memoria interna, ofrece 8GB, facilmente ampliables como microSD y, sobretodo, con aplicaciones cloud.
Samsung Galaxy Camera es sobre todo un gadget que hará las delicias de los instagramers que han visto como la cámara de su móvil se ha convertido en un pequeña barrera para su creatividad urbanita. Habrá que ver cómo evoluciona esta gama pero el primer miembro es un dispositivo prometedor.