La compañía japonesa Capcom continúa con su tónica de llevar parte del catálogo de plataformas anteriores a la nueva generación de videoconsolas
06 jul 2015 . Actualizado a las 21:16 h.La compañía japonesa Capcom continúa con su tónica de llevar parte del catálogo de plataformas anteriores a la nueva generación de videoconsolas. Las míticas y polémicas adaptaciones de sobremesa, que generalmente llegan bajo el pseudónimo Remaster, HD o Definitive Edition, comienzan a superpoblar los catálogos de Xbox One y PlayStation 4, mientras abren interrogantes sobre la necesidad de que ciertos títulos, algunos más manidos que otros, consuman los recursos de la compañía y retrasen, por ello, el desembarco de obras originales.
Remaster, HD, Special Edition, Ultra, Definitive Edition...
Dejando el debate a un lado, lo cierto es que Capcom ya anunció que su futuro inmediato pasaría por una retahíla de remasterizaciones. Después de Resident Evil HD Remaster y DmC: Devil May Cry, Capcom lanza Devil May Cry 4: Special Edition, la edición definitiva del videojuego de PlayStation 3 y Xbox 360 que da el salto a Xbox One y PlayStation 4 con numerosas novedades centradas en redescubrir el mundo demoníaco que rodea a Nero y Dante. Nuevos modos de juego, personajes y un aumento de la resolución son los ingredientes característicos de esta edición especial que llega, además, a precio reducido.
La trama argumental de Devil May Cry 4 nos presentó, en su día un nuevo personaje que dividió a la comunidad por partes iguales: Nero, un joven con un brazo demoníaco que recorre la mitad de la campaña principal hasta la llegada del protagonista absoluto de la entrega: Dante. Con un estilo similar a lo visto en Metal Gear Solid 2: Sons of Liberty en referencia a Snake y Raiden, aunque menos acentuado, lo cierto es que el personaje encajó bien dentro del universo rivalizando con Dante en ciertos momentos y desvelar algunos secretos sobre su mundo.
Al binomio formado por Nero y Dante, sin embargo, se une una pareja más formada por dos mujeres -Lady y Trish- y Virgil, el hermano de Dante. Así, esta edición especial cuenta con cinco protagonistas completamente diferenciados, cada uno con sus propias virtudes y mecánicas. Lamentablemente, y este es un tema que Devil May Cry 4 arrastra desde su lanzamiento original, el hecho de recorrer una y otra vez los mismos escenarios con diferentes personajes puede llegar a ser monótono, y, desde luego, no será del agrado de todos los jugadores.
Nuevos personajes, nuevos estilos
Lo mejor de los nuevos personajes es que cada uno tiene su propio estilo de combate. Lady, por ejemplo, al ser una cazademonios humana no tiene poderes sobrenaturales, por lo que su combate se centra más bien en mantener a los enemigos a una distancia prudente, todo lo contrario de Trish y Vergil, que ofrecen combos y ataques espectaculares por doquier, amén de que el hermano de Dante puede utilizar la teletransportación. Si bien es cierto que el aumento del plantel se sucede de forma bastante meritoria personaje por personaje y es capaz de ampliar mucho las horas de juego, la trama argumental sigue imperturbable independientemente del personaje que escojamos y al final todo se traduce en machacar botones a diestro y siniestro de la forma más plástica para avanzar.
En este punto, la dificultad se ha ajustado tanto para los nuevos jugadores como para los masoquistas. En primer lugar se estrena el excelente modo Turbo, que lleva consigo un aumento importante de la velocidad que obliga al jugador a permanecer con los reflejos al cien por cien, ya que los enemigos pueden acabar con nosotros -o nosotros con ellos- muy rápido. Sin embargo el colmo de la dificultad lo mantiene el modo Caballero Oscuro Legendario, un estilo de juego no apto para cardíacos donde la dificultad alcanza cotas ridículamente insoportables. La última de las inclusiones es el Palacio Sangriento, una torre de 101 pisos donde hay que luchar contra una infinidad de hordas demoníacas y jefes finales.
Cumpliendo con lo prometido
A nivel técnico, Devil May Cry 4 Special Edition es lo que se venía mostrando en sus diferentes materiales promocionales, aunque también es cierto que aprovecha en menor medida la potencia de las máquinas de nueva generación. Se ha aumentado la resolución en comparación con la obra original, manteniendo, eso sí, las 60 imágenes por segundo a las que llegaron sin problema Xbox 360 y PlayStation 3. El videojuego no ha envejecido nada mal, todo sea dicho, pero volvemos a plantearnos la cuestión sobre si este tipo de remasterizaciones deberían -o no- incluir un número superior de mejoras para aprovechar la actual tecnología.
Enlazando con este último punto, quizá el principal problema de las remasterizaciones es que mantienen los errores originales. En Devil May Cry 4 Special Edition volvemos a encontramos con una cámara poco amigable que dejará vendido al jugador en parte de las situaciones complicadas del juego, obligándole a repetir el nivel y causando cierta frustración. Este punto sí debería haber sido resuelto, sobre todo teniendo en cuenta que se han añadido varios modos de juego que aumentan la dificultad a niveles estratosféricos.
Conclusiones
En cualquier caso, Devil May Cry 4 Special Edition es un gran título para todos aquellos que no hayan jugado al original. Por desgracia, los errores originales se mantienen en esta edición especial, por lo que aquellos que revisiten la obra desde su lanzamiento en el 2008 volverán a encontrarse con los mismos problemas siete años después. Quizá Devil May Cry 4 no sea el mejor episodio de la franquicia, pues a estas alturas todavía continúan divididas las opiniones al respecto, pero sí es un gran videojuego de género con una jugabilidad realmente interesante y una historia muy correcta.