España vuelve a casa en octavos tras quedar apeada frente a una débil Rusia, ofreciendo una mala imagen.
02 jul 2018 . Actualizado a las 13:38 h.La participación de España en el Mundial arrancó con tormenta. Florentino Pérez anunciaba el fichaje del seleccionador, que había renovado su contrato días antes hasta la próxima Eurocopa. Su pase al Real Madrid desató la ira del presidente de la Federación, Luis Rubiales, que lo fulminó horas después. Le cedió el testigo a Fernando Hierro, con poca experiencia en los banquillos, apenas al mando del Oviedo, y que ocupaba el cargo de director deportivo. España tuvo un tránsito gris por la fase de grupos, logrando la clasificación como primera en el último suspiro, pero sin desplegar un juego alentador. Llegó el cruce de octavos, con una floja anfitriona enfrente. Y, sin reacción, la historia se acabó...