Un juzgado de Ordes custodia dinero que un joven decidió entregar a la Guardia Civil tras hallarlo tirado en una céntrica calle; el alcalde quiere felicitarlo, pero no lo conoce
29 may 2008 . Actualizado a las 11:16 h.Se llama Ángel Lamas Quijada, ronda la treintena y, según la Guardia Civil, reside en Ordes, donde oficialmente viven otras 12.359 personas. Pero allí, en la tierra del queique, los grelos y la LP45, nadie acierta a señalar de quién se trata. Ni el alcalde, ni los policías locales, ni siquiera los clásicos del lugar. Ni tampoco la presidenta del club de atletismo, a pesar de que el joven, si bien sin federar, ha participado en una decena de carreras desde el 2006. De él apenas se conoce una historia, y gracias a que ayer la difundió el Diario Oficial de Galicia: el verano pasado decidió entregar a la Benemérita 250 euros que había encontrado tirados en una céntrica calle de la localidad. Ahora ya los custodia un magistrado, aunque el propietario del dinero dispone de 24 meses para aparecer, demostrar que le pertenece y llevárselo a casa. Transcurrido ese plazo, perderá todo derecho a hacerlo.
«O 7 de xuño do 2007, Ángel Lamas Quijada, cando andaba pola rúa Rosalía de Castro, atopou cinco billetes de 50 euros no chan, sen poder saber o propietario destes, dándoos na Garda Civil e constando depositados na conta de depósitos e consignacións desde xulgado». Todo esto puede leerse en un edicto insertado en el DOG del miércoles a instancias del secretario del Juzgado de Primera Instancia y de Instrucción número 1 de Ordes, Manuel Cobas.
Dos casos en seis años
¿Suelen suceder casos de este tipo? «No, para nada son usuales, por desgracia; pero se ve que aún queda gente buena en este mundo, afortunadamente», reconoció dicho funcionario. «En seis años que llevo aquí -precisa-, me había pasado solo un par de veces antes».
Como establece el artículo 615 del Código Civil, si el supuesto dueño de los cuartos no da señales de vida en dos años, antes de junio del 2010, los fondos acabarán yendo a parar a manos de Lamas Quijada. Pero la mencionada normativa también prevé que suceda lo contrario, es decir, que aparezca la persona en cuestión. Así, a través de su cláusula 616, advierte: «Si se presentare a tiempo el propietario, estará obligado a abonar, a título de premio al que hubiese hecho el hallazgo, la décima parte de la suma o del precio de la cosa encontrada. Cuando el valor del hallazgo excediese de 2.000 pesetas, el premio se reducirá a la vigésima parte en cuanto al exceso». O sea, que al atleta desconocido le caerían en ese caso apenas 13,1 eurillos.
Esta película ha llegado a oídos del regidor del ayuntamiento, el independiente Manuel Regos, quien nada más conocerla ordenó a los miembros del cuerpo municipal de seguridad que localizasen a Lamas Quijada y le hicieran saber que pretende verlo. «Quere felicitalo polo que fixo, darlle as grazas, pero de momento non dimos co rapaz porque non está empadroado», explicó anoche un agente local.
Más allá de las señas que el instituto armado, por respeto a la Ley Orgánica de Protección de Datos, pudiese estar hurtando a la opinión pública, la pista del ordense honrado se pierde tras los números de los dorsales que alguna vez vistió en esas carreras que tanto le gusta correr.