Fomento reabrirá el día 18 el tramo de la A-6 que estuvo cortado 16 meses

Pablo González
Pablo González REDACCIÓN/LA VOZ.

SANTIAGO

La obra, de gran complejidad, se adelanta sobre la fecha prevista porque los túneles no resultaron dañados

05 jun 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Decían los técnicos que trabajaban en la sierra de La Escrita, en el Bierzo, que la obra para restablecer el tráfico en la A-6 era como mover una montaña. Pues la montaña ya se ha movido o, más exactamente, se ha estabilizado el talud de 175 metros que comenzó a dar señales de colapso total el 20 de febrero del año pasado. Tras 16 meses de intensos trabajos a tres turnos en una macrorreparación que ha acabado siendo una obra de referencia en la ingeniería paliativa, el Ministerio de Fomento tiene previsto reabrir el día 18 el tramo que ha permanecido cortado al tráfico a la altura de la localidad berciana de Trabadelo.

Según ha podido saber La Voz, la fecha de apertura ha podido adelantarse unas semanas después de comprobarse que los túneles no habían resultado dañados por el derrumbe. Dependiendo de la afectación, esta posibilidad podría haber complicado el objetivo de abrir la autovía antes de los masivos desplazamientos estivales.

Ha sido más de un año en el que los usuarios de la autovía tenían que tomar un desvío por la N-VI entre los puntos kilométricos 415 y 426, entre Trabadelo y Portela de Valcarce. Pero todo se ha orientado a lograr la más estricta seguridad desde que se detectara la inestabilidad geotécnica en el kilómetro 418, tanto de cara a los conductores como en lo que respecta a los 50 operarios que de media diaria trabajaron en tres turnos para retirar el material movilizado en el deslizamiento de ladera que amenazaba con agravarse y enterrar totalmente la autovía.

De arriba hacia abajo

Desde que comenzaron los trabajos, encomendados a Acciona y Dragados, se han retirado 510.000 metros cúbicos de material. Esto es a lo que se referían los técnicos cuando hablaban de mover una montaña: hubo que descabezar el talud con bancadas cada cinco metros. Después de conseguir que se quedara en 175 metros de altura -el tamaño medio suele situarse en los 50 metros-, se fue descendiendo progresivamente hasta la cota de la autovía retirando todo el material movilizado. Para lograrlo fue necesario abrir 12 kilómetros de caminos de acceso para poder trabajar en todos los sectores del talud.

Los 12 camiones con capacidad para 40 toneladas tuvieron que desplazarse por pendientes superiores al 25%. A pesar de los riesgos y de las inclemencias meteorológicas, en los 16 meses de trabajo no se ha producido ninguna incidencia laboral reseñable.

Paralelamente a la retirada del terreno inestable, los técnicos procedían a reforzar y drenar la pendiente en bancadas. Para ello se han utilizado 6.200 metros cúbicos de hormigón proyectado, 85.000 metros cuadrados de mallazo y 37.000 metros de bulones. También se han ejecutado 2.150 metros cuadrados de muros anclados para reforzar aún más la seguridad de la ladera, así como 21.500 metros de drenes horizontales.