Las diferencias entre el Inter Movistar y el Lobelle de Santiago se han ensanchado mucho, como hacía tiempo que no se recordaba. Son las que hay entre un equipo que es una colección de internacionales, y otro en el que otro abundan los veinteañeros con tantas ganas como recorrido por delante.
El colectivo de Tomás de Dios se fue al descanso con dos goles en contra y la sensación de que su adversario no había pisado el acelerador a fondo. Incluso pudieron ser más los golpes, porque el Inter reclamó manos de Charlie bajo los palos, Matamoros perdonó una ocasión muy franca y Diego Quintela cortó un balón hacia su propia portería que se fue al poste.
El Lobelle no encontró su sitio y apenas inquietó la portería de Juanjo. No era capaz de rentabilizar sus escasos robos de balón, a las acciones de estrategia les faltaba algo y no había concesiones visitantes. Además, no estuvo muy fino en la retaguardia. El primer gol de Pola nació en un saque de banda mal defendido, a los seis minutos. Y tres más tarde, en una acción sin aparente peligro, Ortiz se llevó el balón con algo de fortuna en sus regates y conectó un chut que sorprendió a Álex.
Más viveza, pero sin gol
La segunda mitad tuvo algo más de viveza y el Lobelle quizás mereció, al menos, la suerte de un gol. Pero cuando está Juanjo enfrente, es difícil. Contra los santiagueses, siempre raya a un gran nivel. Y ayer no es que estuviese muy exigido, pero cada vez que tuvo que aparecer lo hizo.
El conjunto local volvió de los vestuariso con otra velocidad y con algo más de verticalidad. Alargó las posesiones, no dejó que el Inter cogiese la iniciativa y, cuando menos, merodeó el área verde con algo más de mala intención que hasta entonces.
Probó Aicardo desde el tiro exterior y porfió Diego Quintela en un par de ocasiones. A cada desafío respondió Juanjo con su habitual sobriedad.
El Inter parecía conformarse con no verse amenazado en el marcador y con esperar que en alguna acción aislada le cayese el tercero. No se dio el caso porque a Juanjo le faltaron unos centímetros para sorprender a Barrón desde su área. Y en las demás aproximaciones, el portero del Lobelle, que salió en la segunda mitad y sigue luciendo cartel de imbatido, estuvo siempre atento y solvente. Incluso en un doble penalti lanzado por Schumacher.
Tomás de Dios demoró tanto el portero jugador que el equipo ni tuvo tiempo de hilvanar una combinación de más de cuatro pases. Se jugará la clasificación para la Copa en Pamplona.
Goles: 0-1, min 7: Pola. 0-2, min 9: Ortiz.
Árbitros: Martínez Segovia y Sánchez Molina.
Incidencias: Multiusos Fontes do Sar. Cerca de tres millares de espectadores en las gradas. En el descanso, un integrante de la peña Rubiños, logró dos entradas para el circo del sol, gracias a sus habilidades malabares.
Álex, Aicardo, David, Chaguinha y Hamza -cinco inicial-
Rubi, Charlie, Barroso, Palmas, Raúl Campos, Diego Quintela y Barrón
Juanjo, Matías, Álvaro, Rafael y Batería -cinco inicial-.
Eka, Pola, Schumacher, Ortiz, Matamoros