«Sé que si choco se acabó, el presupuesto no da para más»

M.G. REIGOSA SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Las estrecheces económicas le obligan a exprimir medios y mecánica

20 mar 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

A sus 24 años, el melidense Alberto Otero, al volante de un Mitsubishi Lancer EVO IX, saborea su primer gran éxito en el automovilismo. En Lalín se le presentó una oportunidad de oro y no la dejó escapar. Ganó la prueba que abre el calendario gallego de este curso.

-Dicen que fue la gran sorpresa del Rali do Cocido. ¿Para usted también?

-Sí, la sorpresa más grande fue para mi. No contábamos con eso ni mucho menos. Ganamos porque faltaba la gente de cabeza.

-Algunos faltaban y otros se perdieron por el camino.

-Pedro Burgo ya no fue al rally. Si está él es casi imposible. Meira tuvo problemas y Vilariño sufrió una salida de pista

-¿Ganó el más templado?

-El que no cometió errores. En todo el día no tuvimos ningún trompo ni cometimos ningún error. Salió todo redondo.

-Es el primer gran resultado de su carrera.

-Sí, en una prueba relevante es el primer triunfo e incluso el primer podio.

-¿El asfalto mojado le favorece?

-Yo prefiero que esté seco, porque puedes ir más al límite. Pero parece que mojado se me da un poco mejor. Ya el año pasado en Santiago, con lluvia, estábamos segundos, pero en el penúltimo tramo una vería nos obligó a abandonar.

-¿Dónde pone el listón?

-Para nosotros lo importante es la Copa Pirelli, que es en lo que nos tenemos que centrar. Y quedar lo más arriba en la general, claro. Ese es el planteamiento.

-¿Tienen el presupuesto para este curso cubierto?

-Ojalá fuese así. Pero no. Por eso necesitamos estar en los puestos de cabeza de la Copa Pirelli, para ir sumando aportaciones.

-¿Cuánto le ha reportado el Rali do Cocido?

-Entre todos los premios, unos 3.500 euros. Es una ayuda muy buena, pero si cuentas todos los gastos, no cubre. Y eso que no hubo ninguna avería y, al llover, se desgastaron menos las ruedas.

-Para que los profanos nos hagamos una idea, detalle algunos gastos.

-La inscripción son 330 euros. En gasolina casi 170 euros, sin contar los entrenamientos ni el camión de asistencia. En ruedas, pues cada una cuesta sobre 340 euros. Para empezar la temporada tuve que comprar ocho. Las aprovecho hasta el límite. Los de cabeza no las exprimen tanto. A mí, estas ocho espero que me den para cuatro pruebas.

-¿Ha hecho cálculos de cuánto le puede costar la temporada?

-Mejor no hacerlos. Voy día a día, y hasta donde se pueda.

-Supongo que la idea es hacer todo el calendario gallego.

-Esa es la gran ilusión. El año pasado, por ejemplo, el abandono en Santiago se debió a que no pudimos revisar el coche en toda la temporada. Hay que estirar al máximo. Con más medios igual podría ir un poco más al límite. Pero sé que si choco se acabó, el presupuesto no da para más.

-En la siguiente carrera, en Noia, a un mes vista, está garantizada su presencia.

-Eso espero. Ahora estamos con los ánimos altos y hay que aprovecharlo. Y en la siguiente, que es en casa, el rally de la comarca de A Ulloa, también esperamos estar.

-Pues a seguir en la ola buena.

-Gracias. Y gracias también a los patrocinadores y a toda la gente del equipo.