El pleno aprobó la iniciativa del BNG para sustituir tuberías de abastecimiento en las zonas urbanas con cortes en el servicio
27 sep 2014 . Actualizado a las 05:00 h.El Ayuntamiento de Ordes acometerá en los próximos meses distintas mejoras en la red de abastecimiento de agua potable y saneamiento de residuales en zonas con deficiencias.
En el primer caso se encuentran las calles do Mercado y Praza de Abastos, unos puntos que, según denunció el BNG durante el debate plenario de este mes, provocan constantes cortes en el suministro con numerosos afectados. Según expuso el Bloque durante la sesión, el problema está en que el material de parte de la red de aguas, a base de fibrocemento, tiene numerosas roturas. A este respecto, el gobierno ordense confirmó que en la zona solamente falta un tramo de 35 metros de canalización por sustituir, un trabajo que podría estar terminado próximamente. Tras estas explicaciones del ejecutivo ordense, el pleno ratificó por unanimidad la demanda de los nacionalistas, que recordaron que los últimos cortes fueron muy recientes, al ocurrir los pasados días 10 y 15 de este mes.
Al hilo de este debate, el alcalde ordense, el independiente Manuel Regos, confirmó que «este non será o único investimento» en servicios básicos, ya que el Concello ultima un plan de mejora de la red de saneamiento que llegará, entre otros, a las calles Campeiras y A Espenica, así como a la zona de A Reboreda.
El BNG también instó al gobierno ordense a llevar a cabo una revisión del alumbrado público para evitar accidentes. A esta demanda se refirió la edila Silvia Marín, que resaltó que en Ordes hay ocho mil farolas y que ya se está trabajando en un estudio para revisar su estado. La demanda nacionalista, en este caso, no prosperó.
Otro de los asuntos abordados durante el debate fue el problema de malos olores que afectan a las parroquias de Leira, Mercurín y O Mesón do Vento, y que en las últimas semanas están resultando demasiado intensos en los núcleos de Bailía, Vilasenín y Pepín. Según se evidenció en el pleno, las sospechas se dirigen hacia las plantas de Sogama y Gesuga, aunque el PP pidió que se revisasen otras empresas.