Noriega saca adelante sus cuentas pero no evita la crítica general de la oposición

rosa martínez SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

CA defiende un presupuesto «expansivo», pero con el que «a cidade perde», dice el PP

17 ene 2018 . Actualizado a las 23:36 h.

El gobierno de Compostela Aberta sacó ayer adelante de forma inicial los presupuestos de este año, que alcanzan los 110,2 millones de euros y un capítulo inversor de 10 millones. Y lo hizo como estaba previsto, con la abstención de socialistas y nacionalistas, aunque ello no evitó la crítica desde las bancadas que lideran Paco Reyes y Rubén Cela, si bien fue la acerada intervención de Agustín Hernández (PP) la que mereció la réplica contundente de la concejala de Facenda, María Rozas, en un punto en el que el alcalde no hizo uso de la prerrogativa de cerrar el debate.

Pocos números y «unha análise barata da psicoloxía da oposición» fue lo que vio la edila en la argumentación del exalcalde popular para oponerse a un presupuesto que Compostela Aberta defendió como «expansivo, con obra pública pensando nos barrios e parroquias, con gran actividade cultural e co foco posto nas persoas e no social». El PP se centró más en la «mascarada» de lo que calificó de «pleno tramposo» y en los 331 contratos menores «otorgados a dedo» el pasado año que en las cifras, aunque no pasó por alto «o incremento» en la asignación de «propaganda e publicidade» para la alcaldía ni dejó de cuestionar la política social, empresarial y cultural de CA. Hernández hizo de la baja ejecución de la inversión del 2016 y la previsible del 2017 uno de los elementos de crítica, en la que coincidió, en este caso, con socialistas y nacionalistas, a los que, sin embargo, fustigaría por entender que sus cuestionamientos a CA mientras avalan las cuentas con su abstención son un «teatrillo» que les interesa mantener con el gobierno, pero con el que «a cidade perde».

El PSOE apenas dedicó medio minuto a replicar el discurso «repetido» de Hernández, al que Cela vio ya en campaña y con un análisis «low cost». Más incisiva, Rozas defendió los contratos menores y respondió a las acusaciones del popular apuntando que «se hai algo irregular» en los últimos años en el Concello no son dichos contratos, «senón que vostede fora alcalde a dedo».

Finalmente, y sin sorpresas, CA impuso sus 10 ediles a los 9 del PP respaldado por la abstención de PSOE y BNG. Los socialistas, que encajaron sus propuestas en las cuentas en un proceso de negociación que el gobierno agradeció a ambos partidos, justificaron no dar su aval en positivo por las muchas cuestiones que el ejecutivo dejó sin tratar en esos contactos, entre ellas la de los ingresos. El BNG ya no contempló esa posibilidad en dichos contactos por su insatisfacción con el grado de cumplimiento de los compromisos negociados en el 2017.

Las subvenciones y los gastos en publicidad, objeto de polémica

El bajo nivel de ejecución de inversiones lleva meses en la palestra y el pleno no podía pasar de puntillas sobre él precisamente en el debate del presupuesto. Pero no fue exactamente el grado de cumplimiento de esas previsiones lo que motivó que Cela plantease que se pida un informe a Intervención sobre esa cuestión en el último decenio. Lo fue el punto en el que CA fija el dato histórico de esa ejecución, que quiere superar este año. Porque no está en el 32 % que dice el gobierno, según el nacionalista, sino en el 51,3 % del 2009, bajo mandato del bipartito.

Pero si alguna cuestión tensó el debate, además del cruce de acusaciones entre Hernández y Rozas por las denuncias de «amiguismo», fueron las subvenciones nominativas y el gasto en publicidad vinculado a la alcaldía. Las subvenciones porque crecen en vez de reconducir parte de ellas por vía competitiva. El PP reclamó el plan estratégico que requiere la ley y que no se ha abordado pese a que se incluyó en otros presupuestos. Pero no fueron en este caso sus críticas las más contundentes, sino las del BNG. Aunque los socialistas no dejaron de cuestionar esa subida, los nacionalistas reprocharon a CA el giro en esta materia. «Soben un 38 %», hasta 1,3 millones, «cando se comprometeran a reducilas». Rozas justificó el incremento esencialmente en la celebración de un mundial de ajedrez en la ciudad este año y defendió que son «oportunidades» que Santiago no debe dejar pasar. Defendió además, frente al PP, que si bien sube la asignación de publicidad de la alcaldía desaparece la del gobierno. Y la asignación global para la alcaldía fue el doble con Hernández, dijo, aunque este indicóque incluía la transferencia del Consorcio.

«O gasto non chega a quen debe chegar»

El socialista situó el nivel de ejecución de inversión de CA a la par de los gobiernos del PP y se preguntó por buena parte de las políticas del gobierno de Noriega, al que dijo que no es que el Concello tenga mayor autonomía fiscal, como defiende el ejecutivo, sino «que se ingresa máis por IBI». Pero sobre todo se preguntó por el gasto social. «¿Como é posible que só se tramitaran 192 axudas do Compostela +?». «O gasto non chega a quen ten que chegar», concluyó el líder del PSdeG tras situar también ahí a CA al nivel del PP.

Denuncia «unha política caciquil»

El líder del PP hizo de los contratos menores del 2017 un argumento contra las cuentas del 2018, porque «permitirán seguir coa política sectaria e amiguista deste goberno» y «contratando a amigos ou exalumnos dalgúns edís». Para Hernández, estas cuentas «serven para dar cobertura a unha política caciquil» y «para tecer rede, pero rede de amigos». Ve en el «maior gasto discrecional» una seña de «identidade» de un presupuesto «nada ambicioso», que «non está á altura da capital» y con el que la ciudad «segue perdendo».

«Temos un 20 % menos de persoal»

La edila de Facenda ligó el aumento de las cuentas (7 %) con la labor del gobierno en la captación de fondos externos de estos años (PSOE y BNG lo achacan sobre todo al IBI) y apuntó que el bajo nivel de ejecución inversora no solo no es un problema nuevo sino que CA ha tenido que hacer frente a la disminución del personal por la ley Montoro -«temos un 20 % menos que no 2010», además de no contar con la extinta Emuvissa para la gestión. Y afirmó que buscan fórmulas para «facer máis», pero «o PP pono complicado».