Advierte que «non é a primeira vez» que Vigo acoge una manifestación «patrocinada por unha mentira»
27 dic 2018 . Actualizado a las 17:55 h.El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, abordó la situación de la sanidad en Galicia tras la última reunión del año de su Gobierno y defendió su idea de que se trata de uno de los mejores sistemas de salud públicos -junto al vasco- y que, «canto máis alto é o nivel, máis difícil é a esixencia». Dentro de esta alta valoración que hace del Sergas, recordó que la percepción de los usuarios al respecto de la atención primaria también es buena. Respecto a la manifestación que se va a celebrar en Vigo esta tarde, afirmó que «non é a primeira vez» que los vecinos de esta ciudad son convocados para una protesta «patrocinada por unha gran mentira», en referencia a la masiva movilización por la supuesta privatización del hospital Álvaro Cunqueiro. «Moita xente sentiuse manipulada», dijo Feijoo, quien considera que su Ejecutivo consiguió «salvar» aquella situación con «humildade, xestión e verdade», que es lo que pretende aplicar ante esta nueva situación.
El presidente puso de relieve que los políticos gallegos de la oposición se han puesto al frente de esa manifestación, demostrando, a su juicio, que siguen intentando hacer política a través de la gestión sanitaria desde hace una década. Además, lamentó que no haya existido una reacción por parte de los promotores de la movilización -propiciada por la dimisión en bloque de los responsables de centros de salud- a las medidas tomadas por el Sergas para reorganizar la atención primaria, que incluye nuevos contratos de hasta tres años para pediatras y médicos de familia, que sustituyen a otra modalidad de vínculo laboral por horas o días que admitió como «impropia».
También se refirió a la huelga en las urgencias de Santiago, y en este caso sí se arrimó a los jefes de servicio del hospital, cuya postura a favor de una resolución del conflicto calificó de «contundente». Cree evidente que la gerencia del Clínico ha alcanzado puntos de encuentro, «pero que haxa sindicatos que non deixan votar é significativo», lamentó, interpretando que están más preocupados por el ruido político que por solucionar el problema y levantar la huelga.