Ruth Gómez y Carmen Lage las presentan mañana en el Festival de la Luz
07 sep 2019 . Actualizado a las 16:45 h.Los que la conocen sabían que Ruth Gómez, la que fue directora de la escuela del Clínico, no iba a vivir una jubilación al uso. Cuenta que unos días antes de su retiro vio a una madre llorar ante el miedo que le suponía el futuro de su hijo, desde que le diagnosticaron cáncer a ella. Esta desgarradora historia puso su cabeza a funcionar y de ahí surgió una idea para ayudar a las familias con niños que sufren discapacidad psíquica. «Solo somos un pequeño alivio para que las familias puedan coger fuerzas y ayudar a los niños», explica Ruth. Su idea se materializó en Anxiños, una escuela hogar situada en San Mamede do Monte (A Baña). Es la «casa rectoral restaurada y preparada para mis ángeles, que no sería una realidad sin la ayuda de tantas y tantas personas». Para seguir completando recursos, Carmen Lage, propietaria de la zapatería Horma, en Negreira, diseñó unas zapatillas para niños, con cuatro modelos. Los presentarán mañana sábado en el Festival de La Luz y se venderán en Negreira y on line al precio de 15 euros. «Todo lo recaudado será para Anxiños, y además nos deja un espacio en su zapatería para la venta», detalla. «Carmen consiguió que una fábrica abriera en agosto unos días para hacer las zapatillas que ella misma diseñó», comenta Ruth. La presidenta de Anxiños reconoce que el gesto de Carmen tiene doble finalidad. Por un lado, resalta, «nos ayuda económicamente, y por otro, permite visibilizar la enfermedad mental en niños». Junto a Carmen, Ruth destaca la «colaboración desinteresada del hostelero Rogelio Rial». Y se muestra agradecida también a Juan Pardo, que cedió a la asociación los derechos de la canción Pobriña da Tola, «un gesto que no podré agradecerle lo suficiente». Cuando surgió la iniciativa de crear la asociación, el primer nombre fue «Ángeles con las alas rotas, pero Anxiños resume mejor el espíritu de la casa», en la que los niños «reciben cariño y en los que nos volcamos para que tenga un desarrollo integral e individualizado». Para la labor asistencial, contarán con Cristina Alonso, psicóloga clínica. «Es un lujo contar con ella», subraya, para «trabajar en las necesidades de niños y adolescentes con trastornos mentales, y prestar apoyo y asesoramiento a sus familias».
Una mano a Camerún
Son Javier Aranguren, Luis Alcalá-Galiano, Alberto Masó Sotomayor, Omar Alonso Rodríguez, Samuel Ferrero Losada, Iago Andión Alonso, Tomás Somoza Salinas y Gonzalo Rodríguez de Uña. Conforman el grupo de universitarios compostelanos que han empleado sus vacaciones de verano en un programa de apoyo a la educación en Camerún, en cuya capital, Yaundé, ayudaron a construir dos aulas. Bravo por ellos.