La pieza fue descubierta por un pescador estradense, que se lo comunicó a la Asociación para a Defensa do Patrimonio Galego
16 jun 2020 . Actualizado a las 08:14 h.«Ía pescando cando tropecei cunha pedra e medio me subín a ela para lanzar a cucharilla». Era el viernes 5 de junio cuando el estradense Fernando Brey, que practica pesca sin muerte, decidió ir al río Sar, a su paso por Conxo (Santiago). Pero de inmediato se dio cuenta de que no se trataba de una roca más, pese a que estaba cubierta, como el resto, de musgo. «Chamoume a atención que houbera unha pedra cadrada, que no río e bastante raro, e despois xa me fixei nas ondulacións que tiña, no manto e xa lle vin a forma da cabeza e dixen: “Aquí hai algo”», relata. Y así era: se trata de una talla de una Virgen sedente con ángeles, posiblemente del siglo XIV, según las primeras estimaciones, que ayer fue retirada del lugar por técnicos bajo la supervisión de la Xunta para su posterior estudio y exposición en el Museo das Peregrinacións de Santiago.
Brey regresó al día siguiente para sacarle fotos y se las envió a la experta en patrimonio cultural Ana Paula Castro, que también es miembro de la Asociación para a Defensa do Patrimonio Cultural Galego (Apatrigal), entidad que puso en conocimiento de la Consellería de Cultura el hallazgo. La escultura de estilo gótico realizada en piedra de granito está tallada en cuatro de sus cinco caras «e preséntase como unha Virxe entronizada en cuxo colo suxeita ao Neno». Además, a cada uno de los lados de la Virgen, en sus hombros, hay dos ángeles y se aprecia el rostro y la mano de cada uno de ellos sujetando algún objeto o el propio manto. Y podría también haber debajo de los ángeles algún botafumeiro, según apuntan. La Virgen y el Niño están sin rostro.
«Isto é algo único», indicó el presidente de Apatrigal, Carlos Henrique Fernández Coto, en referencia a la excepcionalidad de encontrar esta talla, de más de 150 kilos, en el lecho del Sar. Precisamente, el conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, que acudió al lugar, agradeció al colectivo la colaboración.
En el Museo das Peregrinacións procederán a su limpieza y estudio para determinar su valor patrimonial. «Serán os técnicos os que determinen a probable orixe e a datación, aínda que nas tallas de pedra é máis complicado», explica la directora xeral de Patrimonio Cultural, María del Carmen Martínez, quien apunta que «a imaxe é bonita e merecente, polo menos, de que se poida recoller, se poida expoñer e se poida estudar». Serán estos análisis los que intenten aclarar su procedencia y determinen, anunció la directora, si puede ser la Virxe da Cuncha de Conxo, una de las posibles hipótesis planteadas ayer -tal y como apuntó el alcalde, Xosé Sánchez Bugallo-, así como si fue desacralizada.
Una pieza pensada inicialmente para estar suspendida
La hipótesis probable, según recoge el informe elaborado por Ana Paula Castro tras consultar también a los profesores Juan Monterroso Montero y Ramón Yzquierdo, es que se trate de una talla «suspendida» colocada contra una pared, quedando al aire su base, una teoría que está reforzada por que en esta parte inferior presenta una flor de cuatro pétalos central, que no tendría sentido en otra ubicación. Los expertos la datan a mediados del siglo XIV.
«Non parece unha Virxe dunha Epifanía, senón exenta e seguramente pensada para colgar ou estar no alto; e por isto se entende a decoración vexetal da súa base. Posiblemente é unha imaxe que en data antiga -tal vez no Barroco- converteuse nunha pedra máis, e dalgún xeito foi desacralizada, por iso o rostro da Virxe foi suprimido, e a cabeza e o torso do Neno», afirma Yzquierdo, según recoge el informe.