Ahora trabaja en pronósticos del covid-19 a través de las redes sociales
04 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.El catedrático de Análisis Matemático Juan José Nieto Roig (A Coruña, 1958) ya era uno de los investigadores más reconocidos y más citados en su campo, pero el trabajo que coordinó para predecir con exactitud la curva y el pico de la pandemia del coronavirus lo convirtió en un personaje mediático.
-¿Cómo lleva la fama?
-Pues mal. Cuando mis hijos me veían en la televisión decían que no parecía que estuviese nervioso, pero lo cierto es que lo estaba y sudaba y lo pasaba mal, pero informar a la opinión pública también entra entre nuestras obligaciones.
-Usted ya era uno de los científicos más reconocidos, pero la población no lo sabía. ¿Vivimos de espaldas a la ciencia?
-Vivíamos y vivimos, pero también es cierto que, muchas veces, la persona que está trabajando no tiene por qué pregonarlo en los medios, por eso pasa desapercibido y no tiene el impacto que debería. Con esta crisis, lamentablemente, hemos descubierto muchas cosas, y una de ellas, es que la ciencia es necesaria. Lo primordial es la asistencia sanitaria, pero la ciencia es fundamental. Cuando un político tiene que tomar una decisión, necesita datos rigurosos, y esos datos se los ofrece la ciencia.
-¿Cómo llegó al coronavirus?
-Yo me dedico a las ecuaciones diferenciales, un modelo matemático para ver cómo evoluciona algo en el tiempo. Luego me fui interesando por modelos aplicados a cuestiones biológicas, entre otras, las epidemias. Ya llevábamos bastantes años estudiando epidemias como el ébola, el zika o el dengue, con colegas de otras universidades de Galicia, España y el extranjero. Y cuando a finales del año pasado surgió el coronavirus, que nadie sabía muy bien lo que era, decidimos estudiar los datos que había en China y desarrollamos el modelo. Cuando lo teníamos, en febrero, empezó en Italia y en España. El 4 de marzo fue el primer caso en Galicia. Vimos que iba a más y que el pico se iba a dar en la primera semana de abril, que coincidía con las elecciones gallegas, por eso decidimos ponerlo en conocimiento de los grupos políticos y de la Xunta, y a partir de ahí, ya sabemos lo que pasó... En aquel momento nos asustó descubrirlo. ‘Es como para guardarlo en la carpeta y no decir nada’, pensamos, pero tienes esa responsabilidad y no puedes ocultarlo. Lamentablemente, acertamos. Eso pone de manifiesto que las matemáticas ayudan a predecir, pero también a prevenir pandemias, entre otras cosas. Ahora acabamos de publicar un artículo sobre la previsión de ucis necesarias.
-¿En Galicia las tenemos?
-Sí, ahora hay poca gente ingresada pero hay que tener la previsión porque el coronavirus avanza a veces de forma impredecible.
-¿Cree que el 12J fue una buena fecha para las elecciones?
-A toro pasado es fácil decirlo. Yo creo que sí, pero porque todo salió bien. Si fuesen ahora, no creo que estuviésemos mucho mejor, al contrario.
-Seguirán investigando sobre el virus. ¿En qué trabajan ahora?
-Pedimos un proyecto del Instituto de Salud Carlos III en colaboración con físicos como Jorge Mira. Estamos utilizando las redes sociales para predecir lo que puede pasar, ya que hay palabras clave que sirven para ir viendo cuándo se acerca una oleada. Ya lo hizo una universidad de Estados Unidos en China antes de que se extendiese la pandemia analizando los movimientos en las redes sociales.
-Los científicos no se cansaron de advertir que había que tomar medidas para que esto no volviese a pasar y aquí estamos de nuevo. ¿No es frustrante?
-Lo es. Es evidente que algo estamos haciendo mal. Todos aprendimos a tomar una serie de precauciones, pero luego llegan las reuniones familiares y nos tomamos dos cervezas y la mascarilla ya molesta. Y en la universidad estamos tomando muchas medidas, pero ya sabemos cómo son las noches en Santiago...
-Tampoco tomaron nota los políticos. ¿Cómo ve esta guerra partidista con el covid de fondo?
-Es realmente increíble que ante una situación como esta no se tomen las medidas que hay que tomar sin entrar en disquisiciones o diferencias políticas. Lo lógico es atender a criterios científicos, pero cuando vemos que los comités científicos de los que se hablaba ni siquiera existían...
-¿Por qué fue imposible predecir la segunda ola?
-Entran muchas más variables. En marzo actuábamos todos de la misma manera porque no sabíamos lo que había que hacer y la situación que había en China se repitió en Italia y en España. Ahora ya sabemos cómo actuar y en cuanto aparece un brote se toman medidas: distancia social, confinamientos puntuales... Los contagios son inevitables pero ahora es difícil preverlos.
«Yo empecé la carrera cuando murió Franco, y eso marca; a los estudiantes de ahora les marcará esta nueva crisis»
Compatibilizó las investigaciones del coronavirus y su difusión con la adaptación al sistema de clases on line en los últimos meses del curso. Y ahora, como los demás profesores universitarios, vive las incertezas de un inicio de curso excepcional.
-¿Cómo llevan en Matemáticas el regreso a las aulas?
-El cuatrimestre anterior fue una locura, fue muy difícil. Ahora, creo que ya estamos adaptados y, al menos aquí, en Matemáticas, está todo bien organizado, con clases virtuales que tienen sus ventajas, porque permite grabarlas y así se tiene un volumen mayor de material. Pero más de la mitad de las clases se están dando de forma presencial en grupos pequeños, y yo he notado que estamos todos encantados de volver a vernos, aunque sea con mascarillas. Creo que todos lo echábamos de menos y yo veo a los alumnos muy ilusionados, con ganas de volver a clase. Vienen más que nunca.
-¿Quedará esta generación marcada por el coronavirus?
-Seguro. A todos nos marca algo. Yo empecé la carrera cuando murió Franco, y eso marca, y el 23-F me cogió en la mili con una pistola en la mano. A los estudiantes de ahora les marcará esta nueva crisis. Las pruebas de acceso a la universidad en estas circunstancias, la clases on line... Claro que los va a marcar.
-¿Se resentirá la calidad?
-Contra lo que otros opinan, yo creo que no. En nuestra época hubo huelgas y se perdieron trimestres enteros, y aquí estamos.
-¿Es la pandemia lo que más le está marcando en su carrera?
-No, lo que más me marcó fue cuando me fui a Estados Unidos con una beca Fulbright. Aquello era otro mundo.