Este restaurante aún no se inauguró y ya se reservaron el 70 % de las plazas de este mes

SANTIAGO

Sandra Alonso

Santiago contará desde el viernes con un servicio de comidas y cenas pop up, Pompeya y Herculano

05 oct 2020 . Actualizado a las 09:45 h.

Lo suyo ha sido, como se dice popularmente, chegar e encher. Todavía no han inaugurado su nuevo restaurante pop up en Santiago y ya han cubierto el 70 % de las plazas disponibles en solo cinco días. Pompeya y Herculano dará su primer servicio de comidas y cenas el día 9, y solo abrirá los siguientes cinco fines de semana (de viernes a domingo). Apenas se han dado detalles y la acogida fue formidable. ¿El secreto? Sin duda, las dos personas que están detrás de la iniciativa. Son Borja Portals, dueño de A Curtidoría y hostelero inquieto por naturaleza -siempre dispuesto a arriesgarse con proyectos nuevos-, y una buena amiga como es Teresa Abalde, segunda clasificada en MasterChef 7. Ambos ya habían colaborado de manera esporádica en otras ocasiones y muchos recordarán el restaurante mexicano que montaron (al igual que este, efímero, con fecha de apertura y cierre), La Chingona. «Llevábamos desde hace un montón de tiempo pensando en un italiano. Era una idea que teníamos aparcada en el cajón, esperando a que llegase el momento», explica Portals. ¿Y se deciden en plena pandemia? «Nos gustan los retos. Seguramente sería más rentable en otras circunstancias, pero vemos la ciudad apagada y echamos de menos un poco más de rock and roll y diversión, sin olvidar la época que estamos viviendo y siendo responsables, claro. El principal objetivo es ofrecer algo rico, digno, que guste a la gente y pasárnoslo bien», señala. Todavía están decidiendo los platos y haciendo un cribado, pero avanza que será un menú cerrado (entrante, primero, segundo y dos postres... nada menos). Habrá un precio fijo, 40 euros por persona. Entre las propuestas: pasta fresca y helado artesano con fruta fresca hechos en su obrador, burrata o un tiramisú clásico. Portals y Abalde han confeccionado la carta, pero no cocinarán. Ellos ejercerán de anfitriones y hasta se animarán a pinchar música. Pompeya y Herculano funcionará con un aforo limitado de 20 personas en el comedor pequeño de A Curtidoría (su capacidad real es para el doble). Este se transformará para la ocasión, inspirándose en los palazos italianos, donde todo es exceso. «Teresa y yo hacemos las cosas con muchísimas ganas y mucho amor. Redecoramos el espacio y cuidamos el detalle para servir una experiencia que vale la pena, no será un restaurante al uso», destaca Portals, agradecido por la respuesta. «Estamos contentísimos. En realidad solo lanzamos el logo y abrimos las reservas por WhatsApp, y muchos días estamos ya al completo». 

A micrófono cerrado

Un puñado de colegas del micrófono se reunieron en una prolongada comida en el restaurante San Clemente, que dirige Miguel Ángel Diéguez, en la que hablaron de la nueva programación de la temporada, así como de las fórmulas musicales y los nuevos modos de selección de canciones. Ahí estaban los profesionales de Radio Voz Eva Millán y Alberto González, así como Agustín Vázquez -agente de viajes que colabora con el programa Voces de Galicia-, y los colegas Moncho Lemos (Radio Galega) y Ramón Castro (Onda Cero). Como hablan «poco», se hacía misión imposible mantener una conversación única; pero en lo que coincidían todos era en que la radio está más viva que nunca, se escuche por donde se escuche. Entre tanto, el gentil maître del local, Gerardo Arnoso, hizo las fotos para la historia.

103 años bien llevados

El vecino más longevo del concello de Frades, Ramiro López Cotón, celebró esta semana su 103 aniversario con buena salud, aunque recuperándose, con un brazo en cabestrillo, de una caída que le provocó una lesión de hombro. Ramiro fue uno de los primeros zapateros que tuvo Frades y toda la comarca de Ordes, ya que antes, como él mismo explica, «os zapateiros viñan de Noia». Con total lucidez y envidiable memoria, el fradense centenario señala que él se dedicó a esta profesión cuando «se cosía e se facía todo a man». Casado con Consuelo, padre de cuatro hijos, abuelo de una decena de nietos y con algún bisnieto, Ramiro recibió en su vivienda de Aiazo la visita de su alcalde, Roberto Rey Martínez, que le entregó muchas felicitaciones y una placa conmemorativa del Concello.