Guadi Galego y Rozalén devuelven la música al auditorio del Monte do Gozo
SANTIAGO



























Orden sin aglomeraciones en el arranque de O Son do Camiño-Perseidas
15 jul 2021 . Actualizado a las 08:01 h.Con un severo protocolo de seguridad, con mucho orden y sin aglomeraciones, el público volvió ayer, casi dos años después, al auditorio del Monte do Gozo para disfrutar de la música. Fue el inicio del Festival O Son do Camiño-Perseidas, adaptado a las condiciones que exige la prevención del covid. En la primera jornada, Guadi Galego y Rozalén presentaron los temas de sus últimos trabajos discográficos, titulados Costuras en el caso de la gallega, y El árbol y el bosque, en el de la albaceteña. Sobre el gran escenario del Monte do Gozo, dos cantautoras con un público muy fiel en Compostela, que ayer, no obstante, no completó el aforo, limitado a cinco mil personas como establecían las medidas anti covid.
Desde la apertura de puertas del auditorio -que sin límites puede albergar hasta casi cincuenta mil personas tras su reciente ampliación- el público accedió sin dificultades ni esperas por las diferentes entradas, que correspondían a cada uno de los cinco sectores en los que se dividió el aforo, con unos mil asientos cada uno, ubicados todos ellos guardando la distancia de seguridad, salvo los grupos de dos a cuatro personas que hubiesen adquirido las entradas conjuntamente. En el acceso, los asistentes tenían que exhibir el DNI o el pasaporte para comprobar la identidad y permitir la trazabilidad de los contactos. El dispositivo de seguridad movilizó un amplio despliegue de efectivos, incluyendo policías nacionales a caballo.
«Vin todos os anos que se fixo O Son do Camiño, e como este ano e o pasado non se puido facer, tiña moitas gañas de vir a algún concerto e ver a Guadi e Rozalén, que me gustan moito», explica Sara Suárez, que acudió en compañía de su amiga Estefanía Calvelo, que nunca había estado en O Son do Camiño: «Veño para socializar un pouco».
Carlos Xosé Vidal, que acudió con su mujer y otra pareja de amigos, se declara seguidor de Guadi Galego. «Todo ben, nunca entrei nun concerto tan comodamente indo tan xusto de tempo», explica. Este concierto, con las entradas regaladas por su esposa, fue para Carlos Xosé «o primeiro ao que vou dende que comezou a pandemia».
«Podía chover ou ventar, e tocou que ventara»
«Podía chover ou ventar, e tocou que ventara», se dirigió al público Guadi Galego al inicio de su concierto para devolver la música al macroauditorio del Monte do Gozo, que por la drástica reducción de aforo parecía semidesierto. Guadi trató de espantar el frío de la primera hora de la noche con los temas de «Costuras», y cuando cedió el escenario a Rozalén el ambiente estaba caldeado. Como opinó una seguidora, Susana Seoane, que fue con tres amigas: «Todo ben, o protocolo e as artistas, que nos gustan as dúas, aínda que a unhas máis Guadi e a outras Rozalén».
Hoy, segunda jornada del festival, es el turno de Camilo y Pablo Lesuit, con el mismo aforo limitado a cinco mil personas.