Madre de dos niñas, canta, baila, patina, sabe esgrima y no se cansa de aprender
10 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Era muy joven cuando la fama llamó a su puerta, y hoy sigue a pie de cañón trabajando donde más disfruta: en la televisión. María Mera (Boqueixón, 1986) conoció el éxito con apenas veintidós años gracias a su papel protagonista en la serie «Matalobos», en la que interpretó el personaje de Vanesa Viaño. «Aí din o meu pistoletazo de saída. Estiven no sitio axeitado no momento axeitado. Non puiden ter mellor comezo na miña carreira como actriz», asegura Mera. Esta experiencia le permitiría participar en reconocidas series como «Dalia, a modista» o «O sabor das margaridas», muy seguida tanto en la Televisión de Galicia como en Netflix. En abril se estrenó su segunda temporada y son muchos los que esperan por la tercera. «Eu non teño información. Só sei que no guion algunha idea había para cerrar a serie con outra tempada, e penso que sería marabilloso porque volvería encantar», comenta la actriz, que además es madre de dos hijas, a las que siempre ha llevado consigo a los rodajes: «Tento que a palabra conciliar sexa real, aproveitaba os tempos libres para estar con elas. Ademais, son fiel defensora da lactancia materna, se non as levase comigo non podería facelo», argumenta. Este verano, más allá de la ficción, María Mera ha estado grabando un nuevo programa de televisión que se emitirá en septiembre u octubre en prime time en la TVG, aunque no puede dar más datos: «En xullo gravei dez programas e a verdade é que me fixo moita ilusión volver a presentar e afrontar de novo este reto». Su faceta pública también la impulsa a tomar parte en iniciativas solidarias en las que puede aportar su granito de arena. En septiembre, será embajadora de TrezeLuces, un evento en favor de la infancia: «Cando eres unha cara coñecida convérteste nun referente, sempre tento participar destas iniciativas e darlles visibilidade. Aínda que chegue a catro persoas xa é marabilloso», sentencia. Atrae de María Mera su perseverancia y sus incansables ganas de aprender, que la llevan a embarcarse en actividades de todo tipo: canta, baila, ha sido profesora de patinaje y hasta se ha formado en esgrima. «Todo o que poida aprender como actriz benefíciame, teño máis posibilidades de facer un papel diferente», explica. Por lo de pronto le va bien. Ahora está haciendo cástings para proyectos en distintas plataformas: «Os actores estamos sempre a proba. Moitas veces nos din que non, pero sempre hai algo que sae. Propostas hai, a ver que pasa».
Un prodigio del violín
Tiene doce años y ya es un prodigio del violín. Anxo Gómez Piñeiro es de Ames y estudia en el Conservatorio Histórico de Santiago, y a su corta edad ya ha sido reconocido con varios premios a su talento, como un primer puesto en el Concurso Internacional de Instrumentos de Corda de Vigo. Este viernes ofrecerá un concierto a las 20.00 horas en el auditorio de la Casa da Cultura do Milladoiro, acompañado al piano por Simona Kantcheva Velikova. Es un evento gratuito promovido por la Concellería de Cultura para apoyar a los nuevos talentos, facilitándoles un espacio en donde tocar. Los padres de Anxo decidieron que estudiase música, y él mismo escogió el violín. Cursa primero de grado profesional con la profesora Yulia Petrushevskaya, miembro de la Real Filharmonía de Galicia y pilar fundamental para Anxo, que nunca antes había tocado un instrumento más que la pandereta porque hacía baile gallego. Sus padres no se imaginaban el enorme potencial que tendría al violín. Actualmente está preparándose para un concurso y estudia unas siete u ocho horas diarias. Durante el curso presta mucha atención en las clases del colegio y así saca el máximo tiempo posible para dedicarlo a la música.
Bailar y arar es duro
La compañía Nova Galega de Danza presentó en la Casa da Cultura de Bertamiráns su nuevo espectáculo «Leira», dirigido por Jaime Pablo Díaz. Acompañada por la voz en directo de Rosa Cedrón, consiguió acercar al público la dureza del trabajo en el campo, con una escenografía en la que no faltaron las herramientas propias del trabajo agrícola. Participaron los bailarines Inés Vieites, Iván Villar, César Louzán, Estefanía Gómez, Pablo Sánchez, Ricardo Fernández y Uxía Rivas.