Cuando el nordeste refresca Ferrolterra o Malpica, «arden» Ribeira o Santiago
SANTIAGO

«A Coruña es un mundo a nivel meteorológico, es una provincia muy extensa y muy expuesta», destaca María Jesús Souto, de MeteoGalicia
05 jul 2022 . Actualizado a las 00:29 h.A nivel meteorológico, «A Coruña es un mundo». «Es una provincia muy extensa y muy expuesta, la Costa da Morte con sus vientos intensos, temporales de invierno y olas impresionantes... Estamos en el puro Atlántico, con menos protección que en las Rías Baixas», destaca María Jesús Souto Alvedro (A Coruña, 1971), física y doctora en meteorología, e integrante del equipo de predicción de MeteoGalicia. Para hablar del tiempo en Galicia, y también en A Coruña, propone diferenciar dos situaciones estándar: «Depende de la posición del anticiclón de las Azores y de las borrascas situadas en la zona de Irlanda y Gran Bretaña».
El comportamiento típico en verano lo marca el anticiclón, «que está más cerca», y en invierno «se retira y permite que las borrascas entren, con aire frío y lluvia». ¿Qué ocurre en un invierno normal? «La borrasca viene asociada al viento del sur y del sudoeste, que trae agua, los temporales... llueve mucho en Barbanza, la Costa da Morte, la zona de Santiago, Muros y Noia, porque los vientos entran por ahí y descargan. Y a medida que nos movemos hacia el interior de la provincia, la lluvia va a menos, y la parte norte es la menos lluviosa. Llueve mucho más en Santiago que en A Coruña», sentencia.
¿Cuál es la situación más común en verano? «El anticiclón, que viene asociado al viento del nordeste, que en este provincia entra por el norte. Eso hace que en Malpica, la costa coruñesa, Ferrolterra u Ortegal entre aire fresco, nubes de estancamiento y a lo mejor algún orballo. Y mientras ahí tenemos la boina de nubes, en Barbanza, Santiago, Melide o Arzúa hay tiempo seco y sol. Es completamente diferente. En invierno es mucho menos lluvioso y con temperaturas más suaves la zona norte, y en verano ocurre al revés. Los inviernos de A Coruña son muy suaves y mucho menos lluviosos que en Ribeira, pero luego lo pagas en verano, no pasas de 20 grados y las horas de sol son menos», resume.
Los microclimas y la orografía
Dentro de ese mundo que constituye A Coruña faltan por mencionar los microclimas. «No es lo mismo estar en Ézaro que en Muros, o si me voy hacia Ribeira. Depende totalmente de la orografía, si hay montañas, más exposición al mar... y esta provincia tiene de todo, zona alta, interior», señala. Así, prosigue, «la gente, si en su concello tiene cuatro playas, sabe cuál está protegida del sur y cuál del norte». Souto reconoce que tanta diversidad climática complica la elaboración de las predicciones y, en especial, «la comunicación, que es la finalidad de este trabajo».
«La gente quiere saber con una palabra, un titular o un símbolo si va a llover o hacer sol. ¿Y cuántos días del verano te levantas con frío y niebla y de repente sale el sol y te achicharras por la tarde, y por la noche llueve un poco? ¿O amanece maravilloso, después llueve y vuelve a abrir? La complicación está en lo cambiante que es, y el fallo suele deberse más a que no has sabido comunicarlo», concluye. Por eso apunta que, «el plato fuerte» de MeteoGalicia radica en la atención directa a la gente, además de la web, la aplicación o los medios.
Información personalizada
«Recibimos muchas llamadas, de productoras que quieren grabar, colegios que quieren ir de excursión, agricultores y ganaderos que tienen que cortar la hierba, obreros que quieren echar la placa, gente con ganas de hacer churrasco, novios que tienen que decidir si los pinchos de la boda son dentro o fuera, igual que los restaurantes, o los concellos para las fiestas, y las orquestas para saber si pueden montar o no el palco... Todas las actividades dependen del tiempo. Preferimos que nos llamen, les damos una información personalizada y más útil, que es el objetivo».
En cuanto a su trabajo, una cosa es el satélite y el centenar de estaciones de MeteoGalicia, repartidas por toda Galicia, «herramientas de observación que sirven para saber la lluvia, la temperatura, el viento... en un momento dado». Y otra las complejísimas ecuaciones que hay que resolver para conocer la evolución de la atmósfera. «Ahí entra la física y el Centro de Supercomputación de Galicia [Cesga]. Divido Galicia en un montón de puntitos y ese modelo de cálculo me resuelve qué temperatura, humedad o lluvia va a haber en cada uno».
Desde hace unas semanas, ese modelo proporciona resultados «a cada kilómetro», lo que permite afinar mucho más la predicción meteorológica. Souto aclara que «la máquina resuelve las ecuaciones, que no son exactas, sino una aproximación», pero es el meteorólogo el que las interpreta. A partir de ahí y de la orografía, que conocen bien, deciden qué símbolo final aparece en el mapa que la mayoría consulta desde su teléfono móvil.
¿Cómo arrancará esta primera semana de julio en la provincia? Souto se atrevió con un pronóstico el pasado miércoles: «El fin de semana [ya pasado], bastante bueno; y la semana comienza bien, pero a la mitad puede venir algún chubasco... Julio empieza con un tiempo aún poco de verano». ¿Y qué se entiende por tiempo de verano en la provincia de A Coruña? «Un ambiente más fresco y húmedo en el tercio norte y seco en el sur, por lo que este puede ser muy normalito, sin el bochorno que tuvimos en mayo», pronostica.
Agricultores, novios, productoras o deportistas, todos pendientes del cielo
El viento condiciona «totalmente» la observación del paso de aves migratorias desde Estaca de Bares, como apunta Antonio Sandoval, ornitólogo, escritor y divulgador coruñés. También determina si se puede volar o no. «Dependemos de la orientación y de la intensidad, si hay lluvia o amenaza de tormentas... Influye en los entrenamientos, los vuelos de recreo, las competiciones... y por eso los deportistas tienen que saber de meteorología, interpretar in situ y ver las previsiones, para saber dónde y cuándo se puede practicar», señalan desde el Club Parapente Ferrol.
«En Galicia es complicado... en abril puedes tener un día espectacular y en agosto llover. Siempre necesitamos un plan b, si hay aperitivos programados en el exterior, poder montarlos a cubierto», apunta Chema Cancela, del departamento de eventos de Finca Montesqueiro, en Oleiros. Constata que, «para los novios, el tiempo es de las mayores preocupaciones la semana previa a la boda». «Cuando afecta al cóctel se puede mover, pero si es la ceremonia civil es realmente complicado pasar al interior todo el montaje de los decorados», añade. De ahí su empeño en apurar «hasta la víspera, y a veces incluso hasta el mismo día» para adoptar la última decisión.
La meteorología repercute en el nerviosismo de los prometidos y en la actividad de las productoras audiovisuales. «É un condicionante, márcanos moito o tempo, sempre estás coa preocupación de se choverá ou non, porque o noso traballo é case todo exterior. Sempre estás metido en MeteoGalicia vendo como vai ser, xogamos con esa desvantaxe, aínda que eu prefiro este tempo», confiesa Ignacio Seijo, director de Xurdir (Santiago) y A Revolta (Oroso). En ocasiones, «o tempo dáche sustos e afecta aos custes, ao mellor tes que tapar toda a montaxe pola auga e iso non o podes repercutir ao cliente».
En el campo nada influye tanto como el cielo. «Condiciónao todo. Agora, na fase de recoller os produtos de conservación [patacas ou cebolas, igual que despois o trigo ou o millo], se van húmidos non se gardan», recalca Cristina Bañobre, de la firma ecológica Horta do País, de Miño. En la agricultura convencional también afecta, por ejemplo, al momento de aplicar fitosanitarios.