Trabajó en el gigante hospitalario Gregorio Marañón, pero dejó la capital por la calma de Perbes. Para este médico, los kilómetros entre A Coruña, Betanzos y Lugo, donde consulta todas las semanas, son lo de menos: «Estoy acostumbrado a trayectos más largos en tiempo, no me cuesta nada moverme»
R. Domínguez