El Semus en Santiago: «Somos un recurso de atención social que funciona os 365 días do ano»
SANTIAGO
Compostela, junto con A Coruña, es la única ciudad gallega que cuenta con la prestación dirigida a colectivos vulnerables
11 sep 2022 . Actualizado a las 18:06 h.¿Qué sucede cuando una persona necesita asistencia e intervención social pero los dispositivos públicos o privados no están en funcionamiento? Pues precisamente eso es lo que pretenden cubrir desde el Servicio municipal de atención a urgencias sociales (Semus), que se inauguró en mayo del año pasado como experiencia piloto en Santiago, aunque en A Coruña ya contaban desde hacía más de una década con esta iniciativa. «El Semus nace para cubrir las urgencias de carácter social cuando los servicios municipales no están operativos, desde las tres de la tarde hasta las ocho de mañana y sábados, domingos y festivos las 24 horas del día», explica Leonor Silva, coordinadora de Cruz Roja en Santiago, que es la entidad que colabora con el Concello para ofrecer la prestación.
El proyecto tiene dos cometidos principales: las intervenciones de urgencia y las rutas nocturnas de atención a las personas sin hogar. Estas últimas están definidas en el tiempo. «Son dous días a semana en verán e tres en inverno, de oito da tarde a once da noite. Nelas intentamos botarlle unha man ás persoas que están en situación de rúa, levamos alimentos e bebidas quentes para cubrir as necesidades básicas que poidan ter nese instante», cuenta el técnico David Montes que, junto con Lorena Pino e Inmaculada Laya, forman parte del equipo encargado del Semus. Unas rutinas en las que es fundamental la colaboración de sus 14 voluntarios que los acompañan y que son «unha parte moi importante do traballo que facemos na rúa», señala el técnico.
Pero su trabajo no acaba ahí: «Sempre intentamos darlles información sobre recursos sociais aos que poden acceder e tratamos de que asistan e de que vaia mellorando a súa situación». Dentro de esta función, también cuentan con un protocolo especial que se pone en marcha cuando hay climatología adversa y que consiste en recorridos diarios hasta que la alerta meteorológica cesa. «Se activa cuando las temperaturas son muy bajas o muy altas y se actúa para ayudar a personas que se encuentran en situación de calle, dándoles información, bebidas, alimentos calientes y sacos de dormir o bebidas refrescantes y fruta en olas de calor», detalla la coordinadora de Cruz Roja. Cuando las condiciones meteorológicas son aún más desfavorables, colaboran con el albergue Xoán XXIII para que los que viven sobre el asfalto tengan una alternativa de alojamiento.
Además, se encargan de la atención de colectivos especialmente vulnerables o en situaciones de riesgo a través de sus intervenciones de urgencia. Las peticiones más frecuentes son por caídas de personas en situación de dependencia en los domicilios, el apoyo a personas sin recursos que necesitan alojamiento de forma puntual o la solicitud de ropa de abrigo entre aquellos que buscan refugio en las calles de Compostela. El apoyo y el acompañamiento a menores que se quedan desamparados porque, por ejemplo, sus familias no los pueden atender o la asistencia a personas mayores que están desorientadas también se encuentran entre sus funciones.«Son casos moi variados, porque en emerxencia sociais caben o que a que persona que nos chame considere emerxencia», asegura Montes. Generalmente, son los servicios sociales o la Policía Local los que activan la prestación, aunque la Nacional, el 112 y los bomberos también pueden solicitar su ayuda, así como los propios particulares, que son los menos frecuentes.
Personas sin hogar y refugiados: el perfil de los beneficiarios del proyecto
Este año —desde el 1 de enero hasta el 5 de septiembre— el Semus contabiliza 131 activaciones. Unas actuaciones que arrojan un perfil de beneficiarios del servicio bastante claro: «O máis frecuente son as persoas sen fogar e algo que se repetiu moito tamén son os casos de refuxiados de Ucraína e os solicitantes de asilo doutros países». Pero el servicio también está dirigido a menores en situación de vulnerabilidad o a mujeres víctimas de violencia de género. Aunque para este último colectivo existe un protocolo oficial, «nalgúns casos tense requerido acompañamento para a persoa ou información ata que se encontra nas dependencias da policía e pode formalizar a denuncia».
En general, lo que pretenden es «dar una respuesta muy breve ofreciendo un servicio acorde al contexto en el que se produce la urgencia», añade Leonor Silva. Y es que el Semus es un servicio que, pese a su reciente implantación, desarrolla una labor muy necesaria y dota a la ciudad de «un recurso de atención social que funciona as 24 horas os 365 días do ano e que está aportando moito ao tecido social de Santiago», concluye David Montes.