Bus escolar con parada a 1,4 kilómetros, única opción para dos niños de Frensa, en Santiago

Emma araújo SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

CEDIDA

La familia pide ajustar la ruta del transporte del colegio de Portomouro

15 nov 2022 . Actualizado a las 19:40 h.

Mantener población en el rural está en la hoja de ruta de todas las administraciones. Al menos sobre el papel, ya que la realidad de no pocas personas, que optaron por alejarse de la ciudad y regresar a su parroquias, es muy distinta y afrontan como pueden la falta de servicios. Este es el pan de cada día de una familia compostelana con dos hijos, de cuatro y diez años de edad, que viven en Frensa, una de las aldeas de Santa Cristina de Fecha. Por cercanía, los escolares tienen plaza asignada en el colegio de Portomouro, el CEIP Xacinto Amigo Lera, en el municipio de Val do Dubra.

El centro está ubicado a cuatro kilómetros de su vivienda, por lo que tienen derecho a utilizar el transporte escolar. El problema radica en que, tras reclamar, la parada que les han asignado está en la aldea de Belén, que dista a más de un kilómetro de su casa. «Y los niños no pueden caminar todos los días hasta allí porque es mucha distancia para ellos y deben pasar por una pista de más de medio kilómetro sin señales ni iluminación», explica Teresa Nieto, prima de los escolares, que junto con la madre de los pequeños, Ana María García, se encarga de llevarlos directamente al colegio y recogerlos, a la espera de que les autoricen la parada en su aldea.

El padre de los escolares, Elías Manuel Miramontes, solicitó por escrito esta parada en Frensa argumentando que en este núcleo rural de Santiago «siempre que hubo niños hubo parada escolar y actualmente hay una marquesina», por lo que cree que su demanda debería asumirse sin problemas.

«Es prácticamente imposible que unos niños de 4 y 10 años puedan hacer este trayecto dos veces al día en invierno», señala el progenitor en su primer escrito a la Xunta. Miramontes considera que la negativa a facilitar la parada a su familia es discriminatoria, ya que la misma ruta recoge a otros escolares con trayectos más cortos y seguros.

Esta primera reclamación, según afirma el padre, obtuvo como respuesta inicial la autorización de la parada en Frensa, pero posteriormente le comunican por escrito que, en realidad, la que le autoriza la Xunta está en la aldea de Belén, a 1,4 kilómetros de su casa, en una zona sin marquesina pero que no alteraría la ruta del autobús. Frente a esta propuesta, este vecino de la parroquia de Fecha afirma que hay alternativas para que el transporte escolar pueda llegar a la aldea Frensa, en un punto en el que los niños podrían esperarlo bajo la supervisión de sus abuelos y sin necesidad de utilizar el automóvil, ya que el lugar que sugiere está a unos 300 metros de su domicilio. En la actualidad, la parroquia de Fecha solamente tiene una parada escolar, en O Roxido. 

Conciliación imposible

Los problemas con el transporte escolar están generando a esta familia graves problemas de conciliación, ya que, para llevar a sus hijos al colegio, la madre ha tenido que dejar su trabajo ante la imposibilidad de compaginar los horarios escolares, una situación que repercute en la vida diaria de la familia. «Considero que no hacen falta muchas justificaciones para entender que dos niños menores no pueden caminar todos los días más de dos kilómetros. Tengan en cuenta cómo van a llegar mis hijos al colegio debido a las condiciones climatológicas que tenemos en Galicia durante gran parte del curso escolar». Este es uno de los argumentos que Elías Manuel Miramontes ha plasmado en un recurso que la familia presentará hoy ante la Xefatura Territorial de Transporte Escolar. Confían en una respuesta positiva. «Serían dos minutos para el autobús», resalta el padre.