El Ayuntamiento de Santiago requiere de nuevo a las operadoras que retiren los cables de las fachadas de Vista Alegre

La Voz SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

XOAN A. SOLER

Telefónica tiene un proyecto desde el 2019 que ahora está en manos de una subcontrata, a la que se exigió la obra en el 2021

26 oct 2022 . Actualizado a las 20:54 h.

El Ayuntamiento requerirá a las empresas suministradoras de servicios que retiren el cableado que cuelga en las fachadas del polígono residencial de Vista Alegre, que no solo afea el entorno urbano, reformado hace un lustro, sino que impide la apertura de ventanas en algunos inmuebles. De hecho, el alcalde, Xosé Sánchez Bugallo (PSOE), ordenó ayer mismo por la mañana que se proceda en ese sentido de nuevo, después de la denuncia en este medio de residentes de la calle Diego Peláez de las incomodidades que tienen que afrontar cada día por la situación de ese cableado, descolgado sobre sus fachadas.

El regidor señaló ayer en el programa Voces de Compostela de Radio Voz que esa petición se ha formulado ya en numerosas ocasiones pero que el Ayuntamiento está limitado porque las fachadas son propiedad privada, una circunstancia a la que en los últimos tiempos se añaden las dificultades de interlocución con las suministradoras al subcontratar determinados servicios, una dificultad que todavía es mayor para los residentes, que exponen, como una parte también del problema, las trabas para saber a qué puerta tienen que llamar para exigir una solución.

Las peticiones para enterrar ese cableado han sido numerosas en los últimos años, apelando incluso al ornato, después de que el proyecto para la mejora de la movilidad en ese polígono incluyese la instalación de canalizaciones subterráneas. Con Telefónica, la primera está fechada en el 2016, pero esta reclamó al Concello el pago del 50 % del coste de enterrar los cables en base a un decreto de 1954. Comprobado que este estaba en vigor, el Concello cuantificó que la obra civil ejecutada en la zona por su parte cubría ya el 55 % de ese coste, por lo que volvió a reclamar el inicio de los trabajos en octubre del 2017, según un informe municipal que da cuenta de esas sucesivas peticiones, del cruce de comunicaciones sobre la resolución de dudas y la redacción de proyectos modificados por parte de Telefónica, hasta que la compañía informa en enero del 2019 —tras comunicar que el enterramiento solo se puede hacer en los edificios ya rehabilitados— que tiene un proyecto actualizado para reiniciar los trabajos (en algún momento se iniciaron pero pararon) y que se haría cuanto antes.

Parece que después hubo un amago, pero nada más, y cuando Raxoi pide información se le dice, según ese informe, que la obra no prosigue por problemas internos de la compañía y que se retomarán cuando se resuelvan. Desde entonces no vuelve a haber comunicación con el Concello hasta septiembre del 2021, cuando una subcontrata de la compañía le pide información al respecto. Se le facilita, pero todo sigue igual, lo que lleva a un nuevo apercibimiento municipal. En una reunión dos meses después, para tratar ese y otros asuntos en la ciudad, la respuesta de la parte operadora es que tienen problemas internos de prioridad de inversiones y que tratarían de solucionarlo cuanto antes. Once meses después, los vecinos siguen esperando y, en algunos casos, sin poder abrir con libertad sus ventanas.