El sector hotelero confía este año en el tirón de Santiago más allá del Xacobeo

Margarita Mosteiro Miguel
Marga Mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Sandra Alonso

Algunos hoteles no cerrarán o lo harán menos días por las buenas previsiones

08 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Tras la vorágine de las fiestas navideñas, el sector hotelero de Santiago hace un balance positivo del 2022 y afronta este 2023 con «buenas perspectivas» pese al fin del ciclo de dos años del Xacobeo. Thor Rodríguez, presidente de la Asociación Hostelería Compostela, considera que la ciudad «tiene un turismo consolidado y sólido, que va más allá de la celebración del Xacobeo». Sostiene que una prueba de esa solidez es que «el año a batir en el 2022 era el 2019, cuando no había Xacobeo, y se superó con creces». Las expectativas para este 2023, en palabras de Rodríguez, son «muy buenas. Las reservas nos dicen que tendremos un buen año. Hay hoteles que ya tienen llenos de cara al verano». El portavoz de los hosteleros destaca que en el 2022 «la temporada alta se prolongó. Hubo un buen noviembre, y creo que este año se adelantará el inicio de la temporada. Con esto, unido a las buenas perspectivas de congresos, el 2023 será un año redondo», defiende.

Otras voces del sector comparten esa tesis de que Santiago es un destino «elegido por muchos» más allá del Año Santo. «Creo que habríamos tenido buenos datos incluso sin Xacobeo», apuntó Javier Torreiro Santos, del hotel Rúa do Vilar. Un síntoma de que el sector afronta el 2023 con buenas vibraciones es que este año menos hoteles cerrarán sus puertas hasta Semana Santa, y algunos de los que tienen previsto cesar temporalmente su actividad lo harán por menos tiempo. «Quedan atrás los tiempos en que los hoteles cerraban tres meses. Ahora el cierre tiene que ver con la necesidad de realizar labores de mantenimiento, no con la falta de trabajo», explica Rodríguez.

Los seis establecimientos de la cadena Alda Hotels no cerrarán. Raquel Silva, del departamento de Comunicación, indica que la decisión tiene que ver con el hecho de que la primera semana de enero finaliza con una ocupación media del 50 %. En la misma línea se pronuncia Javier Torreiro Santos. Señala que el hotel Rúa do Vilar estará abierto hasta el próximo día 15 «para atender las reservas. Lo habitual era cerrar este mes completo, pero este año solo cerraremos 15 días», precisa.

Raquel Silva apunta que, sin negar la evidente importancia del volumen de peregrinos que visitan la ciudad en Año Santo, «Santiago ten que ser máis que iso. O Camiño sempre é un factor diferencial e a cidade ten ademais outros atractivos consolidados, como os festivais de música e congresos, entre outros, e que fan que se manteña a calidade turística na cidade». Silva asume, eso sí, que hay «bastante incerteza» por las voces que hablan de recesión en Europa, pero «aínda nun escenario non de todo positivo, en Alda Hotels estamos seguros de que imos seguir medrando».

Por su parte, José Liñares —de los hoteles Costa Vella, Altair y Moure— considera que el «efecto Xacobeo poco a poco se irá diluyendo y lo importante es que Santiago mantenga el atractivo turístico, que estoy seguro de que así será». Liñares es optimista con el comportamiento del sector este año, porque «para la temporada alta, Semana Santa y verano, hay una demanda potente, que supera a los años anteriores a la pandemia». El hotelero considera que, en este inicio de año, no hay grandes diferencias con respecto a lo que venía siendo habitual en los anteriores a la pandemia del coronavirus. «Se trata de cubrir gastos para conseguir empatar con el inicio de la temporada alta. Algunos cierran, si no están domotizados, para ahorrar gastos». Liñares se muestra preocupado por la deriva de la turismofobia, y confía en que se puede gestionar este problema «para lograr que el turismo tenga un mayor valor añadido al de ahora».

Preocupan la subida de los precios y la dificultad para atraer personal

El presidente de la Asociación Hostelería Compostela reconoce que, pese a las excelentes perspectivas para este 2023, el sector sigue preocupado por la subida de los precios de las materias primas y de los suministros. Thor Rodríguez recuerda que a la hostelería tradicionalmente le subían precios en enero, para ajustarlos al encarecimiento de los productos. «Cuando empezaba el año, nos subían los precios y nosotros ajustábamos. Ahora hay que revisar facturas casi semana a semana para hacer los escandallos y evitar que el beneficio se nos vaya por el desagüe», explica. El portavoz hostelero cree que la eliminación del IVA permitirá «contener los precios, no bajarlos; pero nos preocupa más el poder adquisitivo de las familias. Es preocupante que se hable de crisis económica y solo cabe esperar que no sea como la del 2008». Rodríguez subraya que, en medio de esta incertidumbre, muchos empresarios «están haciendo frente a la subida de los precios en un momento en que tienen que pagar los ICO con los que evitaron el cierre de sus negocios en los años de la pandemia».

Otro asunto que mantiene en vilo a los empresarios de Santiago y comarca es la dificultad que tienen para atraer nuevos trabajadores y para conseguir mantener a los que están en el sector. Esos problemas para encontrar personal formado se agravaron después de la pandemia, cuando el cierre del sector hizo que muchos trabajadores probaran suerte en otros sectores en los que las opciones de conciliar son más favorables que las de hostelería. Sin embargo, fuentes del sector argumentan que estas dificultades ya empezaron antes del 2020.