El arzobispo Julián Barrio lega su sucesión en casa: «Cualidades no le faltan a Francisco Prieto»
SANTIAGO
El obispo auxiliar de Santiago, Francisco José Prieto, tomará posesión en la Catedral el 3 de junio
01 abr 2023 . Actualizado a las 19:28 h.La autora de la fotografía de esta noticia les pidió, a la hora de posar, si se podían dar la mano ante las cámaras. El aún arzobispo y su sucesor, sonrientes, se dieron un abrazo. «Cheguei de Ourense hai dous anos, coma un peregrino, e el [Julián Barrio] acolleume coma un pai», elogió Francisco José Prieto Fernández (Ourense, 1968), el hasta ahora obispo auxiliar de Santiago. El Papa le ha nombrado sucesor de Julián Barrio y será, tras la toma de posesión en la Catedral el próximo 3 de junio, el nuevo arzobispo de esta diócesis. Así lo hizo público ayer la Santa Sede, lo que llevó a ambos a anunciar el nombramiento ante los medios en las oficinas de la curia diocesana, frente al retrato del cardenal Quiroga Palacios y mientras tañían las campanas de la Catedral. «Esta mañá vivimos un acontecemento. As campás levan a noticia», apuntó el obispo.
El día que el arzobispo Julián Barrio (Manganeses de la Polvorosa, Zamora, 1946) cumplió 75 años, el pasado 16 de agosto del 2021, hizo llegar su renuncia a Francisco, tal y como establece el Código de Derecho Canónico al alcanzar a esa edad. El Vaticano decidió entonces su continuidad, principalmente, por no interrumpir el mandato en pleno desarrollo del año santo. El relevo del arzobispo saliente excedió en casi dos años la fecha oficial de jubilación, si bien el evento jacobeo se prolongó también un año más de forma excepcional.
Julián Barrio, que había sido nombrado por el papa Juan Pablo II en 1996, se despidió ayer como arzobispo habiéndose sentido «como en casa». «He estado acogido, comprendido, apoyado y ayudado en los días fáciles, que han sido la mayoría, y también en los difíciles, que no han faltado», continuó sobre sus años en una diócesis «con tanta bondad y hermosura». Tuvo también palabras de agradecimiento hacia Dios y el papa Francisco, a quien le ha deseado «la más pronta recuperación». Reivindicó el hecho de «necesitarse los unos a los otros» y, en una reflexión sobre la «modernidad» en estos tiempos, recomendó: «No os preguntéis a dónde vamos, sino a dónde queremos ir».
Dos años como obispo auxiliar
Barrio se mostró confiado en la labor que desempeñará su sucesor, a quien destacó que «cualidades no le faltan», así como su «disponibilidad». «La gracia del señor tampoco le va a faltar», continuó. «En este momento le deseamos lo mejor a Monseñor Prieto Fernández. Le decimos que cuente con nuestra oración y con aquello que nosotros podamos ayudarle en esta hermosa misión que el Papa le ha encomendado en esta Iglesia de Santiago de Compostela», siguió.
El arzobispo electo agradeció el trato que le ha dispensado siempre Barrio, recordándole que la archidiócesis de Santiago «foi a súa casa» y quiere que así lo siga siendo. «A mestría de don Julián para min foi sempre feita de palabra profunda e xesto sinxelo», continuó agradecido. Prieto destacó que el arzobispo le ayudó a «percorrer e descubrir esta fermosa diocese», de la cual dijo haberse «empapado», tanto de la «gran riqueza» espiritual y humana que muestran los peregrinos en su ruta a Compostela, como de la «gran cidade» que es A Coruña o la «fermosa» Pontevedra.
La llegada de Francisco Prieto a Santiago como obispo auxiliar se produjo para cubrir la vacante dejada por el anterior auxiliar, Jesús Fernández, nombrado obispo de Astorga, y para reforzar la cúpula de la Iglesia gallega precisamente de cara a la celebración del año santo. Prieto, que anteriormente había desarrollado la práctica totalidad de su trayectoria en Ourense, recibió la mitra en la Catedral de manos de Julián Barrio el 10 de abril del 2021, por lo que en solo una semana hará dos años en el cargo. Prieto fue ordenado sacerdote el 26 de junio de 1993 y es licenciado en Teología Patrística por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma (1992-1994) y doctor en Teología Bíblica por la Universidad Pontificia de Salamanca (2008).
El Vaticano mantiene la línea de nombramientos con quienes ejercen de obispo auxiliar
La corta experiencia como obispo auxiliar de Francisco José Prieto, apenas dos años en el cargo, parecía jugar en contra de su ascenso. Entre los posibles candidatos, además de él, sonaron con insistencia en los últimos meses, para formar la terna en la que el papa Bergoglio iba a elegir al nuevo arzobispo compostelano, los del también ourensano José Rodríguez Carballo, que durante una década fue el superior de la orden franciscana y actualmente es secretario de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, así como arzobispo titular de Belcastro; y el obispo de Lugo, Alfonso Carrasco Rouco, sobrino del cardenal Antonio María Rouco Varela, a quien sucedió el propio Julián Barrio en febrero de 1993. Con el nombramiento de Francisco Prieto, el Vaticano sigue así la línea de nombramientos como arzobispo de Compostela de quienes ejercen el cargo de auxiliar. Así sucedió con Rouco Varela, al asumir la vacante de Ángel Suquía, y con Julián Barrio, la de Rouco.
Uno de los primeros en valorar el nombramiento fue el obispo de la diócesis de Ourense, Leonardo Lemos Montanet, quien agradeció que Francisco escuchase el deseo «de muchas personas» que reclamaban un «arzobispo gallego para la sede Compostelana, cabeza eclesiástica de la Iglesia en Galicia». A Francisco Prieto lo definen como un eclesiástico «joven, inteligente y muy trabajador, hombre de diálogo, y de talante sinodal».
También lo hizo ayer la Xunta de Confrarías de Santiago, que mostró su «ledicia e agradecemento» al Papa por el nombramiento del que será su pregonero en esta Semana Santa.