La oferta de pisos en alquiler en Santiago para estudiantes, en mínimos: «A estas alturas ya aceptan lo que sea»
SANTIAGO
Suben los precios y caen a mínimos las viviendas en alquiler para el curso
01 sep 2023 . Actualizado a las 20:37 h.A menos de un mes de comenzar las clases en la Universidade de Santiago son muchos los jóvenes que todavía no tienen piso, y el tiempo juega en su contra. Cada año la oferta de alquileres en la ciudad es más reducida y, como la demanda no disminuye, el precio de las viviendas disponibles sigue creciendo.
José Antonio Agra, de la asesoría e inmobiliaria Óptima Galicia, corrobora que a estas alturas todavía quedan algunas personas buscando piso en Compostela. «No hay muchísima gente, pero sí hay todavía algunos preguntando por pisos en Santiago. Nosotros recibimos peticiones todos los días, es verdad que no son muchas, pueden ser dos o tres, pero todos los días tenemos alguna», afirma Agra.
Uno de los requisitos principales de los estudiantes es que los pisos no estén situados muy lejos de sus facultades pero, con el retorno a las aulas a la vuelta de la esquina, y una oferta ya muy escasa «tienen que coger lo que hay. Hay mucha demanda y poca oferta, sobre todo en estas fechas, por eso escoger no es fácil. En un principio, lo que más buscan los estudiantes es que el piso no les quede muy lejos de donde estudian, pero tienen que compartir y por eso se van amañando de alguna manera para cogerlos, porque tampoco hay mucho donde elegir», insiste José Antonio.
Si la bolsa de viviendas para alquiler residencial ya es reducida durante todo el año, a mediados de agosto las posibilidades de encontrar una son mínimas. «La gente sabe que no hay pisos, los precios han subido y muchos están desesperados, por lo que a estas alturas ya aceptan lo que sea. Este año nos pasó que, por primera vez, alquilamos varios pisos por vídeo, sin verlos en persona», cuenta José Agra.
En Quatrium Inmobiliaria aseguran, sin embargo, que este mes no han tenido demasiadas demandas por parte de universitarios. «Este año casi todo se alquiló anualmente, los estudiantes terminaron el curso y ya renovaron automáticamente, por eso a estas alturas ya no quedan pisos. La gente prefiere pagar por un piso que esté bien. Algunos incluso alquilaron sin muebles, algo que nunca habían hecho. Ahora los estudiantes, si están contentos, renuevan cada año y se quedan viviendo donde están por tres o cuatro», dice una empleada de esa agencia inmobiliaria. «El año pasado, por estas fechas ya se notó mucho el bajón. Sí hubo mucho trabajo, pero fue todo recoger llaves, firmar contratos y entrar. Por estas fechas la mayoría ya tiene piso reservado», recalcan desde esa oficina.
Lo mismo sucede en la agencia inmobiliaria Amor. Hace años, la mayoría de las agencias contaban con un gran volumen de pisos para alquilar a los estudiantes que elegían Compostela justo antes de empezar el curso, pero desde hace un par de años, a estas alturas, muchas de ellas cuentan tan solo con una bolsa que no supera la veintena. «No, no quedan muchos pisos. A nosotros nos han entrado algunos nuevos, pero el volumen no es muy grande y llegan a cuenta gotas. En algunos casos, gente que tenía apartamentos turísticos los han cambiado a contrato anual, porque prefieren la seguridad de tenerlos alquilados todo el año», explica el gerente, Santiago Amor.
Los precios de los alquileres llevan años aumentando gradualmente, pero la poca oferta actual ha motivado que este curso se hayan disparado. Algunas inmobiliarias lo atribuyen a la nueva ley de vivienda. «En muchos casos los propietarios tienen miedo y ahora prefieren no alquilar», dicen.
La escasa oferta sigue empujando a los universitarios a otros concellos del área metropolitana
Cada año los estudiantes comienzan a buscar piso en Santiago en el mes de mayo. A finales de julio la gran mayoría tienen el suyo reservado y solo aquellos que están pendientes de notas, admisión o destino se quedan un poco rezagados. Para ellos la cosa se complica, ya que en la segunda quincena de agosto «quedan muy poquitos pisos disponibles y los que hay no son completos. Puede salir alguno de última hora, pero lo que quedan son habitaciones sueltas. Los que van a conseguir la plaza a finales de verano o los Erasmus, que llegan en la primera semana de septiembre, serán los que completarán esas habitaciones que puedan quedar disponibles», puntualiza Carlos Debasa, presidente de la Asociación Galega de Inmobiliarias (Agalin).
Los últimos años han sido muchos los estudiantes que ante la falta de pisos en Santiago han tenido que irse a vivir a las afueras. «Esto ya es la tónica habitual, tener que mandar a muchos estudiantes a vivir en los concellos de alrededor, como Cacheiras, O Milladoiro o Bertamiráns, entre otras localidades. Hace muchos años que la oferta aquí es bajísima», apunta Debasa. «Que muchos estudiantes que vienen de fuera tengan que residir en concellos del área metropolitana cuando estudian en los campus de Compostela, es un tema preocupante y lo que provoca es que algunos directamente ya no vengan. Sí, se está haciendo algún esfuerzo por ampliar el número de plazas en las residencias, pero no es una solución para todos los públicos», añade. Además, desde Agalin manifiestan que, a pesar de repercutirle directamente, la USC «ha mantenido una actitud muy tibia ante este problema».