Familias y libreros de Santiago denuncian la subida de la vuelta al cole: «No es lógico que un texto que vale para toda España cueste 40 o 50 euros»

CLARA ARIAS / S. L. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Sandra Alonso

Critican los «precios disparados» del material para el nuevo curso

04 sep 2023 . Actualizado a las 17:50 h.

Las familias santiaguesas abarrotan estos días papelerías y librerías aprovechando los últimos días de vacaciones para tener todo a punto para el inicio del nuevo curso. El gasto al que se enfrentan este año en ligeramente mayor al del anterior: desde libros de texto a paquetes de folios, todo ha aumentado su precio.

Es precisamente el material de uso obligatorio el que más se ha encarecido. «Subieron alrededor de un 8 % con respecto al año pasado, lo que sería un euro o dos. Actualmente hay libros de texto que cuestan 50 euros pero otros 38 o 40. Depende de la editorial, sobre todo, pero también de las asignaturas. Los de Inglés, Ciencias Sociales y Ciencias Naturales son los más baratos», explica Santiago Mayo, gerente de la librería Mayso, en la rúa Rosalía de Castro. «Una de las editoriales más caras es Vicens Vives, y las más baratas, Anaya y SM. Pero aún así, todos son caros», detallan en la librería Palacios, de la avenida de Lugo. La misma situación la corroboran en Follas Novas, en Montero Ríos, donde lamentan «que no se puedan reutilizar los libros, porque tanta conciencia que tenemos de reciclaje y ecología y luego se imprimen miles de libros porque los colegios los quieren cambiar cada año y no permiten un segundo uso», denuncian. Sobre el precio de los manuales, la editorial Vicens Vives asegura que la información es incorrecta y que sus libros «no presentan diferencias significativas en cuanto a precios en comparación con los de otras editoriales similares, incluso llegan a ser más económicos en algunos casos».

DANIELA YANES

El año pasado cambiaron los libros de los cursos impares. Y este año, ha sido el turno de los pares. Los alumnos de segundo, cuarto y sexto de primaria, junto a segundo y cuarto de la ESO, no han podido reutilizar los libros de estudiantes de cursos anteriores. «Hay muchas familias que no se pueden permitir el enorme coste de los libros de texto, y más cuando tienen varios hijos, así que recursos como el Banco de Libros son una gran iniciativa, aunque a veces no te cubre todos los libros porque cambian continuamente», lamentan en Follas Novas. La Xunta de Galicia ofrece ayudas para que las familias puedan asumir el gasto en material escolar, a las que Follas Novas suma un descuento del 10% «para ayudar a las familias a costear los libros y gratificar de alguna forma al cliente que nos elige», explican. 

El precio lo pone la editorial

Las librerías de Santiago muestran su desacuerdo con el aumento gradual del precio de los libros de texto. «Lo que no es lógico es que un libro de texto que vale para toda España cueste 40 o 50 euros. Que cuesten eso los de gallego pues aún bueno, porque tienen que sacar beneficios de esos libros y hay a lo mejor solo 50.000 ventas por ser un libro específico para Galicia», manifiestan en Mayso. Señalan asimismo que desde que las editoriales pueden fijar libremente el precio de los libros de las etapas educativas obligatorias; nuevamente desde Vicens Vives se puntualiza que «Los libros de texto correspondientes a las etapas de educación obligatoria (primaria y ESO) están en régimen de libertad de precios, y son los puntos de venta a consumidor los que marcan el precio final». Encargar un libro no es algo sencillo: «Somos muy estrictos al pedir los códigos ISBN de los libros de texto para no cometer errores, porque no podemos devolverle los libros a la editorial y son libros muy caros, por eso tampoco aceptamos cambios o devoluciones», argumentan en Follas Novas.

Sandra Alonso

En cuanto a la demanda de material escolar, en Palacios aseguran que «subió, porque al cambiar los libros cada curso las familias no pueden reutilizarlos». Y es que hay textos que se pueden conseguir en el Banco de Libros para no tener que invertir en ellos, pero hay otros como «el Work Book, de Inglés, que hay que comprarlo sí o sí porque es para que el alumno hago los ejercicios en él, no se puede prestar, así que siempre tenemos demanda por ese tipo de libros».

Aunque los libros de texto es lo que más ha subido, tampoco se libran el resto de artículos necesarios para la vuelta al cole. Entre el material, los folios es lo que más se encareció. «El año pasado costaban sobre cuatro euros [el paquete de 500] y este año sobre cinco o seis. Opciones baratas siempre hay, porque un boli cuesta 45 céntimos y una goma 20, pero cada vez son menos asequibles», explican en Mayso.

«Siempre hubo un material más económico y otro más caro, y aunque la subida haya sido ligera, al hacer la comparación con años anteriores, sí que se nota», constatan en Palacios.

DANIELA YANES

«Nos estamos privando de estrenar»

Quienes más sufren la escalada de los precios en la vuelta a las aulas son las familias con dos o más hijos que estos días se acercan a las librerías. El hecho de que el pequeño no pueda usar los libros del mayor es algo que lamentan muchos padres. «Mis hijos se llevan tres años y, al igual que yo compartí mis libros con mis hermanos, me hubiera gustado poder hacer lo mismo con mis hijos, porque al final el tener que comprar cada año libros para los dos es muy caro», denuncia Lucía Costa a la salida de una librería en el centro de Santiago.

Según explican en Follas Novas, «los libros de infantil oscilan entre los 100 y los 300 euros, mientras que los de primaria suben hasta los 400 y pico. Y claro, los padres se escandalizan a medida que sus hijos se van haciendo más mayores». Lo sabe bien Noelia Mariño, madre de tres niños con edades comprendidas entre los tres y los diez años: «Cuando el mayor entró en infantil ya me asusté un poco con los precios, pero cuando ha crecido y he visto lo que costaban los de primaria fue un shock».

Para los padres que tienen más de un hijo, la vuelta al cole se hace cuesta arriba. «Desembolsamos una cantidad de dinero que dejaría atónito a cualquiera», asegura Noelia. Añade que ha intentado «guardar los libros de mi hijo mayor para los dos siguientes, pero es que me ha resultado imposible. Los colegios cambian continuamente los libros y nos obligan a comprar unos nuevos sí o sí, así que nos estamos privando de estrenar otro tipo de material escolar», lamenta.

Debido a la obligatoriedad de la compra de los libros de texto, muchas familias intentan reutilizar material escolar de años pasados. «Va a sonar cutre lo que voy a decir, pero si una libreta tiene muchas hojas sin usar, arranco las usadas y la libreta parece recién estrenada. Es que no me puedo permitir gastar tanto dinero cada año», lamenta una madre en una librería.