Gordon Ramsay prueba en Compostela los licores gallegos en un viaje con llamaradas y desnudos
SANTIAGO
El famoso chef alaba en un capítulo de la serie «Road Trip», rodado en España, la Praza de Abastos de Santiago: «Es magia»
20 sep 2023 . Actualizado a las 13:15 h.La emisión de la cuarta temporada de la serie Road Trip, en la que el famoso chef Gordon Ramsay realiza una ruta gastronómica por España junto a otras dos caras muy conocidas de la televisión británica (el cocinero italiano Gino D'Acampo y el maître francés Fred Sirieix), ha desvelado el fruto de sus días de rodaje por Galicia, en noviembre del año pasado. Y ha resultado un viaje cargado de emociones fuertes y anécdotas divertidas, en el que los tres amigos probaron los licores tradicionales gallegos y acabaron apagando alguna llamarada durante su estancia en Santiago.
La ruta hacia la capital gallega a bordo de la autocaravana gris en la que recorren el país en Viva España. Fiesta Forever ya fue un tanto accidentada. De hecho, antes de llegar, el vehículo se quedó atascado en el barro cuando Ramsay maniobraba al volante en una finca rural. Ya en la capital gallega, visitaron uno de los locales del casco histórico que aconsejaron visitar para adentrarse en la raíces celtas, Casa das Crechas. En este templo del folk compostelano probaron algunas de las bebidas más típicas, como el aguardiente, licor de hierbas, crema de orujo y licor café. El mediático cocinero que figura entre los profesionales del mundo reconocidos con más estrellas Michelin, y que en su periplo televisivo pasó de ir al rescate de negocios hosteleros al borde de la quiebra (en Pesadilla en la cocina) a ser jurado en MasterChef, fue tan expresivo como acostumbra. Un pequeño sorbo de crema de orujo le bastó para reaccionar, ante lo que consideró un sabor fuerte. D'Acampo, sin embargo, se bebió de un trago su vaso de licor café e incluso experimentó mezclando los cuatro tipos de licores.
Todo un maestro en la ciudad de la queimada, Suso Pais, encendió la llama en la velada para hacer el tradicional conxuro. El dueño del Café Literarios, que ya tiene hasta un local aparte para hacer las queimadas, se presentó con su «libro mágico de cocina», del que brotó un fogonazo que se extinguió tan pronto lo cerró. Acostumbrado a realizar el espectáculo para público de distintos rincones del mundo, con estos tres distinguidos espectadores permitió que participasen removiendo una bebida que les hizo toser al primer trago y, entre risas y bromas, Ramsay quiso que la probase un castor que llevaba alrededor de la cintura el italiano, al cual le prendió fuego. No llegó la sangre al río. Tardaron pocos segundos en apagarlo y se quedó todo en una anécdota, al igual que lo fue el tamaño del pene de los percebes y la forma del queso de tetilla gallego en su recorrido por la Praza de Abastos de Santiago, un mercado que alabó el chef nacido en Escocia: «Es magia».
De allí se llevaron, entre otros productos, un kilo de percebes y un pulpo que cocinaron para despedir su ruta gallega a pie de playa. Acamparon con su autocaravana junto el arenal de Seaia, en Malpica. Allí cocinó Ramsay unos percebes con cerveza, limón y laurel; y D'Acampo, una ensalada templada de pulpo, patatas y cebolla. Esta comida dio pie al debate sobre cuál es la mejor gastronomía del mundo, una controversia que acabó resolviéndose a favor de la española. Y la travesía acabó con el italiano y el francés desnudos, correteando entre las olas.