Un paraíso del brunch, en una aldea de Padrón con poco más de un centenar de vecinos

SANTIAGO

Las dos amigas emprendedoras que abrieron en A Ponte un área de descanso para peregrinos, se reinventan para encarar su primer invierno de actividad con una apetitosa propuesta
02 dic 2023 . Actualizado a las 12:31 h.Tortitas, gofres, cruasanes, tostadas francesas, once tipos de tostadas, bagels, bowls, chocolates, cafés... Zaira Lois y Noelia González amanecen rodeadas de un festín que alegra cualquier mañana gris. Estas dos amigas de la infancia han elevado el nivel de los desayunos en una pequeña aldea de poco más de un centenar de habitantes, A Ponte, en la parroquia padronesa de Iria Flavia.
Allí abrieron hace dos primaveras un pequeño negocio con el que pretendían dar servicio a las personas que hacían el Camino. Tuvieron un buen arranque. El problema es que, una vez pasada la temporada alta, la ruta portuguesa se vacía y decidieron cerrar A Ponte do Peregrino hasta que el Camino volviese a traer clientes. Este será el primer invierno de actividad en el establecimiento hostelero, convertido en una cafetería con encanto que ha conseguido ganarse al público local por el estómago, además de a negocios de la zona que les encargan sus cajitas de desayunos con productos gourmet para momentos especiales.
De hecho, ya no solo van vecinos del entorno hasta allí a darse un homenaje de buena mañana, también tienen clientes de Santiago y otros concellos próximos. «Esta aceptación nos lleva cada día a querer formarnos más y ampliar nuestra carta de desayunos», explican las treintañeras. Las dos emprendedoras padronesas aseguran que «amamos nuestro trabajo y estamos dispuestas a mejorar día a día». Y, para muestra, su último invento: la jaula de brunch.

Se trata de un servicio especial que ofrecen bajo reserva previa en torno a una vistosa jaula dorada en la que no faltan propuestas dulces y saladas. Incluye, para abrir boca, un bowl de yogur con frutos secos, un bollito salado, cruasán de mantequilla, macaron, fruta variada y un gofre o tortitas a elegir —con o sin chocolate—. Para beber, zumo de naranja acompañado de un café, colacao o infusión. Y, para rematar, un plato salado: bagel de semillas de amapola con tomate, queso brie, jamón serrano y rúcula; o bien tostada de aguacate, tomate y huevo. ¿El precio? 25 euros por persona. «Con todo esto conseguimos seguir trabajando mucho y no tener que cerrar en la temporada baja como el año pasado, al trabajar solo con peregrinos. Estamos muy contentas y seguimos esforzándonos para ofrecer lo mejor», añaden Zaira y Noelia.